miércoles, 26 de agosto de 2009

Polémica en Argentina por el fallo que despenaliza la tenencia de droga*

La decisión de la Corte Suprema de Justicia de Argentina de declarar inconstitucional la ley que consideraba punible la posesión de drogas blandas en dosis menores ha desatado la polémica en el país. Con un dictamen que sienta jurisprudencia, la máxima instancia judicial argentina permite la posesión de estupefacientes para consumo personal, siempre que ello no implique un peligro o se perjudique a terceros.

El Alto Tribunal considera que la ley sobre estupefacientes atenta contra la Constitución al no respetar la libertad personal que se garantiza en la Carta Magna. El fallo, eso sí, no despenaliza el consumo general o el tráfico de drogas.

Aunque el proceso sobre el que se ha emitido el dictamen se refiere sólo a la marihuana, la ley declarada inconstitucional hace referencia a los estupefacientes en general. Desde el Ejecutivo, el jefe de Gabinete de ministros, Aníbal Fernández, recuerda que no ha existido "ningún Gobierno que haya decomisado tantos niveles de droga" como el actual. Y augura que la resolución "pondrá fin" a la "política represiva" que consistía en "castigar al usuario como si fuese un narco". El fallo, además, da cierto oxígeno al Gabinete de Cristina Fernández para reformar la legislación vigente que regula la posesión y el tráfico de estupefacientes.

Por su parte, la Iglesia católica lamentó el "mensaje contradictorio y perjudicial" de la sentencia. "La Iglesia promueve todo lo que dignifique la vida: no podemos auspiciar lo que favorece el consumo", señaló la Comisión Nacional para la Pastoral de Adicciones. Lo mismo opinaron en la Asociación Madres del Coraje, un colectivo de mujeres con hijos con problemas de drogadicción.


*Público, 26 de agosto de 2009

viernes, 14 de agosto de 2009

La justicia argentina investiga el patrimonio de los Kirchner*

La última declaración de bienes del matrimonio registra un aumento del 158% con respecto a 2007.

La justicia argentina ha comenzado esta semana una investigación para esclarecer si la presidenta de ese país, Cristina Fernández, y su marido y antecesor en el cargo Néstor Kirchner, han incurrido en el delito de enriquecimiento ilícito. La orden ha sido emitida por el juez federal Norberto Oyarbide después de que se hiciera pública la última declaración jurada de bienes del matrimonio, en la que se constata un aumento patrimonial del 158% en 2008 con respecto al año anterior. Eso significa que hoy, los Kirchner, tienen un capital que en total supera los 8 millones de euros.

El pedido para aclarar si ambos han incurrido en “los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero" proviene de tres diputados de la opositora Coalición Cívica y del abogado Enrique Piragini, sin afiliación política conocida. Por petición del fiscal Eduardo Taiano, Oyarbide ha solicitado a la Oficina Anticorrupción y a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) una serie de informes para averiguar por qué el patrimonio neto de los Kirchner era de 4,6 millones de dólares en 2007 mientras que un año después ha pasado a ser de 12,1 millones.

El matrimonio dio tres razones para justificar este incremento: la creación de dos nuevas empresas vinculadas al sector hotelero, la triplicación de sus depósitos bancarios, y la venta de 16 inmuebles en Santa Cruz, provincia natal del ex presidente Néstor Kirchner. En su única referencia pública a este asunto, la presidenta Fernández rechazó las acusaciones y señaló que pocas declaraciones juradas como la suya “estaban tan claras”.

El abogado Piragini, sin embargo, no duda de que el informe patrimonial sea falso. “Seguramente debe haber otros bienes a nombre de testaferros”, declaró el letrado. Para explicar esta “falsedad ideológica” que atribuye a los Kirchner, Piragini mencionó que mientras entre 2007 y 2008 la cantidad de inmuebles que tiene el matrimonio se redujo en 14, su patrimonio por el cobro de alquileres aumentó al doble. “Y además es imposible que los inquilinos hayan pagado los alquileres que figuran”, remarcó.

En la declaración jurada que presentaron la presidenta y su marido en 2007, figuraban 42 propiedades valoradas en más de tres millones de euros. Por entonces se abrió una causa por enriquecimiento ilícito que luego fue archivada. El viernes 3 de julio de este año, el último día que contemplaba la Oficina Anticorrupción para el envío de las presentaciones, Cristina Fernández envió su informe patrimonial correspondiente al año 2008, en el que se incluyen cuatro empresas, varios terrenos, pisos, casas, locales, un todoterreno y depósitos bancarios. El rubro de alquileres constituye gran parte de la riqueza que posee el matrimonio, estimada en casi dos millones de euros.

Con todos los datos en la mano, se deduce que desde que el ex presidente Néstor Kirchner accediera al poder en 2003, la fortuna del matrimonio se ha multiplicado por siete. Esto sale a relucir en un momento complicado para Cristina Fernández, que se ha visto obligada a conciliar posturas con la oposición después de que su Gobierno haya quedado debilitado tras las elecciones legislativas del pasado 28 de junio. Aunque su alianza política, Frente para la Victoria, fue la más votada del país, los Kirchner perdieron escaños tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. Cristina Fernández optó así por impulsar una convocatoria al diálogo para buscar acuerdos con el resto de los sectores políticos.

Pero ayer mismo la Unión Cívica Radical (UCR), que es la segunda fuerza parlamentaria en el país, daba por concluidas las conversaciones. Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica –que en las pasadas elecciones se unió a la UCR en una alianza llamada Acuerdo Cívico y Social–, no tardó en tirar por tierra públicamente la propuesta del oficialismo: “Ir al diálogo fue un error terrible”, manifestó la dirigente, que en días anteriores ya había definido como “pactistas” a los que acudieron a la instancia del diálogo. El Gobierno, como toda réplica, ha insistido en una nueva etapa de reuniones en las que se invitará a los partidos a realizar sus propuestas.

* Artículo escrito para el diario español Público.

domingo, 2 de agosto de 2009

“Tenemos una percepción limitada de la historia y de la realidad”*

“Si uno considera al ser humano como una entidad filosófica, espiritual y religiosa, el hombre no avanzó absolutamente nada. Pero si lo considera como un objeto económico, entonces sí, avanzó de una manera increíble”. La frase pertenece a Ricardo Skovgaard, autor de El encubrimiento de América, un libro en el que, tras cinco años de investigación, se devela el pasado oculto de un continente al que le fueron arrebatados sus orígenes. Skovgaard, economista, no sólo rescata las voces silenciadas de los verdaderos cronistas de América. También induce a una reflexión sobre cómo la ideología occidental se ha impuesto en la manera actual de comprender y actuar en el mundo.

–¿Cómo surgió la idea de escribir este libro?

–Esta historia comenzó en 1979, cuando conocí Teotihuacán, en la ciudad de México. Me acompañaba un guía que era más indio que mestizo, y él me contó su historia, pero sólo con el tiempo me di cuenta de que estaba plagada de errores. Allí se conoce como la “calle del Muerto” a la que une la pirámide del Sol con la de la Luna, y explican que se llama así porque la recorrían los que iban a ser sacrificados. En realidad, nunca existieron sacrificios en Teotihuacán.

–¿Qué le permitió descubrir ese viaje?

–Mi ignorancia sobre que existieran manifestaciones culturales como Teotihuacán. La educación que había tenido me decía que América, prácticamente, no había existido antes de la llegada del europeo. Así nació la idea de entender cómo funcionan los mecanismos de pensamiento y cuáles son las influencias ideológicas que tenemos para llegar a determinadas situaciones, en la que tenemos una percepción completamente distinta de lo que la realidad nos muestra.

–¿Bajo qué parámetros se ha creado nuestro modo de ver el mundo?

–Estamos influenciados por cinco grandes ideologías: la filosofía helénica, el dogma cristiano, el racionalismo, el capitalismo liberal, y de todo ello surge el quinto elemento, que es la historia, en la cual estas corrientes de pensamiento terminan siendo exacerbadas mientras que sus efectos adversos son minimizados.

–¿Qué seguridad tiene de que ha logrado acceder a la verdadera historia?

–El libro tiene un contenido de ironía un poco a propósito, porque también creemos que la historia es una ciencia, y como tal, es indiscutible. No hay historia que no sea subjetiva. Todo depende de quien la interprete, de su circunstancia ideológica y del tiempo en el que vive. En algunos capítulos, el libro se remonta a épocas de hace más de 500 años, y sin embargo está escrito por la mentalidad de una persona del siglo XXI. Por eso quise ser riguroso. Seguí el método científico de acuerdo con la mirada de los primeros cronistas y de quienes generaron un movimiento americanista en aquel momento, que fueron tres o cuatro nativos que escribieron su versión de los hechos. Yo tomé la voz de los vencidos y la de los primeros cronistas. Ninguna de ellas está en ningún libro de historia.

–¿En qué se diferencian los conquistadores que llegaron a América de los que ya estaban allí?

–Los motivaba exactamente lo mismo. Uno tendría que preguntarse si la historia tiene un hilo que vaya conduciendo las cosas a lo largo del tiempo. Para mí la historia tiene un comportamiento que va hilvanando todos los sucesos a lo largo del tiempo, que es el espíritu del otro. En ese sentido, Atahualpa y Pizarro no se distinguían en nada. Pero sí se diferenciaban en los métodos. El amerindio era integrador, y el occidental era excluyente.

–¿Qué conclusiones pueden extraerse de esto?

–América es el ejemplo de la mayor oportunidad perdida en la historia universal. Si Atahualpa y Pizarro se hubieran unido, estaríamos viviendo una sociedad completamente distinta. Pero lo que se hizo fue excluir a uno por el otro. Lo que se impuso fue sólo la ideología europea.

–¿No hay ningún matiz que pueda dignificar nuestra cultura?

–Sí, son matices que vienen del principio de la causa, que es la base de la racionalidad. Pero son sólo matices. Todo nuestro comportamiento es causa-efecto. Como sociedad, estamos motivados por situaciones económicas. Como individuos, nos manejamos por otros valores.

–¿En qué hubiera cambiado la historia de no haberse impuesto la civilización occidental?

–En que ésta hubiera sido una sociedad mucho más comprensiva. No hubiéramos llegado a este final de la historia que auguro en los próximos 50 años, porque estas ideologías se nos han terminado escapándose de las manos. Hemos llegado a tres situaciones límites: una madre Tierra que reacciona contra el hijo que lo cobijó; la posibilidad de que el hombre se autoelimine por el manejo de armas nucleares, que responden siempre a la dominación del otro, pero que pueden hacer extinguir cualquier manifestación de vida sobre la Tierra; y que a raíz de la superpoblación y la forma en que vivimos, cualquier mutación de una enfermedad sea posible, y que la Tierra ajuste por el lado de una pandemia como una de las posibilidades más altas. Es el fenómeno de la modernidad. Se dan simples mutaciones por condiciones que antes no existían.

–Entonces, ¿por qué es tan importante recuperar el pasado?

–Habría que preguntarse para qué sirve la historia. Nosotros somos producto de ella, y hoy estamos haciendo la historia del futuro. Si fuera como dijo Hegel, que uno va acumulando sabiduría a lo largo del tiempo, no estaríamos hablando del fin de la historia. La que conocemos no es justamente la historia de los ensayos y los errores, sino la de las interpretaciones ideológicas. Por eso sirve recuperar la historia. Y por eso este libro termina con una visión del futuro, de la historia y de la proyección de lo que era la ideología americana antes de la conquista.

–Usted dice en su libro que el dogma ideológico que hoy impera no es sólo la pérdida del saber sino el sesgo que ese conocimiento previo implica en la historia posterior. ¿Hay fisuras en eso?

–No. Tenemos una percepción limitada de la historia y de la realidad. Por lo tanto, cualquier cosa que construyamos como argumento sobre ella va a ser siempre limitado. Seguimos desconociendo el origen de la vida. Seguimos sin saber qué es la prehistoria. Seguimos teorizando de la deriva de los continentes. Desconocemos qué es la mecánica cuántica, aunque aparentemente existe. Nos siguen faltando partes. Los cimientos no son tan sólidos como pensábamos. Pero intelectualmente uno se puede convencer de que sí lo sean.

–¿Cuáles el mayor engaño que se puede palpar en la sociedad actual?

–El sistema económico. La creencia de que el dinero tiene valor.


* Entrevista publicada en el periódico Argentino Crítica

Operación Pandemia

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