La identificación de estas 120 personas pudo hacerse gracias a la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas, una campaña masiva de recolección de sangre que comenzó en noviembre de 2007 con el apoyo del Gobierno de Argentina y del Congreso de Estados Unidos. “A través de este proyecto se firmó un convenio con el Ministerio de Salud y de Justicia de nuestro país”, explica a Público el presidente de EAAF, Luis Fondebrider. “Hoy tenemos a nuestra disposición 73 hospitales en todo el país a los que pueden acudir familiares de personas desaparecidas para dar muestras de sangre”.
El Equipo investiga ahora otros 750 restos de esqueletos que tienen en sus laboratorios. “En total hemos recolectado unas 6.500 muestras de familiares”, aclara Fondebrider. “Así hemos podido formar un banco de datos genéticos en el que se pueden comparar los análisis de los restos óseos encontrados a lo largo de estos años”.
La Iniciativa también recibe en la actualidad el respaldo de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), la Unión Europea, y algunas organizaciones privadas. “En España hemos establecido el mismo proyecto en coordinación con los cinco consulados argentinos que están en la península”, añade el presidente de EAAF. “Así pueden donar su sangre familiares de desaparecidos argentinos o españoles que residan allí”.
En diciembre de 2009 fue identificado el primer español de entre todas las personas que desaparecieron durante el régimen de represión argentino, que fueron unas 30.000 según estimaciones de organizaciones de derechos humanos. Se llamaba Manuel Coley Robles, nació en Barcelona en 1934, y era hijo de un republicano. Trabajó en Buenos Aires como delegado sindical de la empresa Rigolleau de Berazategui hasta que fue despedido pocos meses antes de su secuestro, en octubre de 1976. Sus restos fueron hallados en un cementerio a las afueras de Buenos Aires.
Todavía se desconoce el paradero de otros 56 oriundos españoles y de unos 65 argentinos con nacionalidad española que fueron víctimas de la dictadura. A ellos se suman unos 2.000 ciudadanos de origen español que hasta hoy se encuentran desaparecidos.
* Artículo aparecido el 27 de julio de 2010 en el diario español Público.