martes, 22 de marzo de 2011

Nuevos querellantes en la causa contra el franquismo

La causa abierta en Argentina contra los crímenes de la dictadura española cuenta con dos nuevos denunciantes. Los españoles Críspulo Nieto Cicuéndez y Eugenio Gómez San Juan se han sumado a la querella, como familiares de víctimas del franquismo, para denunciar los delitos de lesa humanidad perpetrados contra tres republicanos.

Nieto Cicuéndez ha presentado el caso de su padre, Críspulo Nieto Sepúlveda, que fue secretario de la Unión General de Trabajadores (UGT), presidente del Frente Popular y dirigente del PSOE en Puebla de Almoradiel (Toledo) antes de incorporarse al ejército republicano en enero de 1939. En esa fecha también el tío de Nieto Cicuéndez, Gumersindo Cicuéndez Bustos, se unió a las filas republicanas después de haber ejercido como alcalde de Puebla de Almoradiel.

Ambos “fueron interrogados y torturados sin que consiguieran que se autoinculparan de los delitos que les imputaban”, de acuerdo con la demanda presentada a la Justicia argentina. Los dos republicanos fueron finalmente sentenciados a pena de muerte y ejecutados en 1940 por el supuesto delito de rebelión militar. Después fueron enterrados en una fosa común del cementerio de Ocaña (Toledo) sin que hasta ahora se hayan identificado sus restos.

El segundo querellante, Gómez San Juan, denuncia a su vez que su abuelo Juan de San Juan Marcos, originario de Pitiegua (Salamanca), fue condenado a 20 años de reclusión por “adhesión a la rebelión”. En su expediente procesal se indica que San Juan Marcos era “poco recatado en su expresión, la cual exterioriza siempre contra los Nacionales, (…) en las últimas elecciones hizo propaganda en favor del Frente Popular (…) y descaradamente insultaba al Ejército Nacional llamándolo canalla”.

San Juan Marcos no llegó a cumplir toda la condena. En enero de 1938 falleció en la cárcel por una tuberculosis pulmonar, y su cadáver fue entonces enviado al Hospital Provincial de Salamanca.

La causa abierta en Argentina, a la que se han incorporado ahora los familiares de estas víctimas del franquismo, cuenta ya en total con seis querellantes: tres argentinos y tres españoles. Los abogados que llevan adelante la investigación todavía esperan que España conteste al exhorto diplomático enviado en septiembre de 2010 en el que se pide al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero que informe de si en el país se investiga en la actualidad “la existencia de un plan sistemático generalizado y deliberado de aterrorizar a los españoles partidarios de la forma representativa de gobierno, a través de su eliminación física” entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977.

Todavía esperan una respuesta.


* Artículo aparecido el 22-02-2010 en el diario español Público.

miércoles, 16 de marzo de 2011

¿Dónde está la Unasur?

El 11 de marzo entró en vigor el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), lo que otorgó al bloque una entidad jurídica que acaba de estrenar en la más absoluta indiferencia. Tampoco parecen querer otra cosa. La revolución que ha pasado ya por varios países del mundo árabe, y el terremoto, tsunami y posterior alarma nuclear que sacude todavía hoy Japón eran ocasiones perfectas para obtener un reconocimiento que no dependiera de un documento en particular sino de la posición del bloque dentro de la comunidad internacional como actor de primera línea de todo aquello que sucede.

Pues no. La información la copan la ONU, la Unión Europea, Estados Unidos y el G-8, que ya sabemos que están ahí, y para lo que sirven. Su incidencia en cualquiera de los acontecimientos de las últimas semanas es superfluo, casi declamatorio, un recital de frases expelidas con un único propósito: ocupar un titular, y ser parte importante de cuanto acontezca, así tengan que retirar su cariño y apoyo a “grandes amigos” que de repente han pasado a ser dictadores ante su inminente caída, o así tengan que quedar en el ridículo matizando un teórico entusiasmo por la asumida defenestración de Muammar Gadafi que luego no pasa por tal.

Luego están los pequeños gestos del día a día, como los de la UE, que ha decidido respaldar institucionalmente (otro tipo de respaldo no había) al recién creado Consejo Nacional de Transición, de los sublevados como “interlocutor político” veremos en cuánto tiempo cambian de opinión, o los de la ONU, que como supuesto garante de la legalidad internacional no hace mucho, pero a la hora de hablar, habla, y condena todo lo que haya que condenar. “La matanza de personas inocentes desarmadas es un crimen contra la humanidad”, dice el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, sobre la matanza de civiles en Libia. “Los perpetradores deben ser llevados ante la justicia”. “Hágase”, faltaría añadir.

Los hay quienes se conforman con la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad el 27 de febrero, que establece una serie de sanciones contra el Gobierno de Gadafi –misma postura ha adoptado Estados Unidos y la Unión Europea–, pero mientras tanto, la institución que más clamaba por instaurar una opinión propia, que apoyaba los intereses del Sur frente a los del Norte, que rechazaba la tendencia del pensamiento único , es decir, la Unasur, parece que no tiene en estas semanas voz propia para instaurarse con independencia y carácter en los foros internacionales.

Con la tragedia en Japón, apenas enviaron una humilde resolución al Gobierno del primer ministro japonés, Naoto Kan, para ofrecer "el apoyo que los países de Unasur puedan entregar a Japón, según la demanda que el propio gobierno del Japón pueda realizar”.

Y ahí queda todo. Ninguna otra declaración, ninguna opinión sobre las centrales nucleares (Brasil, Argentina y México tienen, cada uno, dos plantas en sus territorios), ningún debate sobre lo que ha sucedido en Egipto, en Túnez, en Bahrein, en Argelia o en Marruecos. Los cancilleres de la Unasur ni siquiera aprovecharon su encuentro del 11 de marzo para lanzar a su institución al ruedo internacional para convencer a la opinión pública de su pertinencia como organización relevante en los asuntos de peso que afectan al mundo. Sobre todo ellos, que son los que claman por la defensa de los más débiles, por el Sur excluido, por las regiones oprimidas. Hasta ahora, sólo han hecho gala de una prudencia diplomática que los ha dejado en el más silencioso olvido.


jueves, 10 de marzo de 2011

Nueva querellante en la causa de Argentina por los delitos del franquismo

La causa que se impulsa en Argentina contra los crímenes del franquismo sumó ayer una nueva querellante, la argentina Adriana Fernández Galisteo, quien denuncia el fusilamiento en 1936 de su abuelo Antonio Fernández González, oriundo de San Esteban de Valdueza (Ponferrada).

Según el acta de defunción de Fernández González, su fallecimiento se produjo “a consecuencia de la lucha contra el marxismo según resulta de la prueba testifical ofrecida al efecto”. Sus restos todavía se encuentran en una fosa común, ya localizada.

La semana que viene esperamos añadir a la demanda dos víctimas más de Toledo y Salamanca” explica uno de los abogados que lleva la causa, Máximo Castex. “Mientras tanto, estamos a la espera de que España conteste el exhorto diplomático que enviamos en septiembre de 2010. Si no hay respuesta tras un segundo exhorto, pediremos que sea Argentina la que investigue”.


Artículo aparecido el 10 -03-2011 en el diario español Público.

jueves, 3 de marzo de 2011

Argentina admite a Vargas Llosa

“Es como si Mario Vargas Llosa tuviera otra personalidad, como si cohabitaran en el mismo hombre dos individuos: éste último es un militante agresivo de la derecha mundial, que hasta se reunirá en Argentina con organizaciones específicas de esa índole cuando venga a la Argentina”. Estas palabras pertenecen al sociólogo Horacio González, director de la Biblioteca Nacional Argentina y uno de los siete intelectuales, vinculados al kirchnerismo, que solicitaron públicamente el pasado lunes que el escritor peruano no inaugurara la 37º edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, el evento cultural y literario de habla hispana más grande de todo el mundo.

Consciente del agrio debate que comenzaba a tomar forma tanto dentro como fuera del país, la presidenta argentina Cristina Fernández decidió intervenir para mantener intacta “la vocación de libre expresión de ideas políticas en la Feria del Libro”.

“Yo recibí una llamada de la presidenta Cristina Fernández, a quien le parecía pertinente el debate, pero me invitó a que, con una nueva carta, relativizara o dejara sin efecto la primera”, explicó González. “Su propuesta me pareció adecuada, porque la discusión era enredada, una madeja muy complicada. Al considerarnos en este debate público una suerte de herejes, de blasfemos, la presidenta indicó que sería adecuado retirar esa carta y reafirmar lo que es la voluntad de todos: la libre discusión y el resguardo de la palabra pública”.

El director de la Biblioteca Nacional no se arrepiente de su primer escrito, que dio origen a toda la controversia. “Me cuento entre los lectores que desde hace tiempo valoran y aprecian a Vargas Llosa, pero cuestiono su posición política”, afirmó el sociólogo. “Sus críticas, si bien tienen cierto gracejo, trasuntan malhumor, carecen de profundidad: todos los procesos de cambio son populismo, cualquier intervención estatal es populismo. Para él, el populismo es una suerte de gracia demoníaca”.

En una carta pública dirigida al presidente de la Fundación El Libro, la institución encargada de organizar la Feria Internacional del Libro, el director de la Biblioteca Nacional consintió ayer en dar marcha atrás y en aceptar que el escritor peruano inaugure el evento el próximo 21 de abril con una charla magistral, aunque admite que en ningún caso se habría generado un problema con el premio Nobel de Literatura 2010 si éste “no fuera un sujeto operatorio de una derecha activa”.

“Si tuviéramos en cuenta la gran pregunta que realiza Vargas Llosa en Conversaciones en la Catedral, cuándo el Perú se jodió, y preguntáramos lo mismo de Argentina, cuándo la Argentina se jodió, la respuesta es: cuando comenzaron a actuar en las pasadas décadas todos los amigos actuales de Vargas Llosa”, precisa González.

“Él tiene esa complejidad”, precisa el director de la Biblioteca Nacional. “Es un individuo político y un escritor relevante. Yo no sabría decir hasta qué punto sus actuales opiniones políticas inciden en sus materia literaria. Por lo que puedo ver, muy poco, porque en sus obras es más abierto, y no dictamina sobre la vida de las personas como sí lo hace cuando habla de política”.

El mismo Vargas Llosa, ya al tanto del altercado que se había creado en Argentina por la pertinencia de su visita, definía como “absurda” la situación, según manifestó ayer su mujer, Patricia Llosa. El escritor, muy criticado en el país por su ideología conservadora, llegó a decir hace casi un año que no era posible “que Argentina, con lo que representa desde el punto de vista cultural, elija un presidente de esos niveles de incultura y de pobreza intelectual”, en referencia a la actual mandataria Cristina Fernández.

“Esto demuestra que Vargas Llosa tiene un tinte de desprecio por el debate. Nadie lo ha tratado mal”, añade el director de la Bilioteca Nacional. “Somos los primeros que lo leemos con entusiasmo, pero haría bien en aceptar, como gran monarca de las letras mundiales, un debate de este tipo”.

He aquí el aporte constructivo de toda esta polémica: que sea un argumento que el mismo Vargas Llosa trate en la disertación con la que dará comienzo la Feria del Libro. “Debe partir de él la idea de hacer un buen debate”, propone González. “Le vendría bien a él, y también a nosotros. Sería un momento civilizatorio de gran importancia para la cultura argentina”.


* Artículo aparecido el 03 de marzo de 2011 en el diario español Público.


miércoles, 2 de marzo de 2011

Veto argentino al Vargas Llosa "liberal"

¡Pobre cultura si estuviera en manos de políticos y funcionarios!". Esta frase atribuida a Soledad Becerril, ministra de Cultura del Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo y quien fuera la primera mujer en acceder al Consejo de Ministros desde la II República española, podría haber tenido ayer su eco en Argentina tras la controversia que se ha generado en este país por el rechazo de algunos intelectuales ligados al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández a que el escritor peruano Mario Vargas Llosa inaugure la próxima Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

La cabeza más visible de este grupo de escritores y artistas es el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, que ha considerado poco menos que un despropósito que el premio Nobel de Literatura 2010 pueda inaugurar la próxima edición de la Feria del Libro que se celebrará en Buenos Aires entre el 20 de abril y el 9 de mayo.

"Para la inauguración hay numerosos escritores argentinos que pueden representar acabadamente un horizonte común de ideas, sin el mesianismo autoritario que hoy aqueja al Vargas Llosa de los círculos mundiales de la derecha más agresiva", señalaba ayer González. "Su liberalismo lo expresa de una manera tajante y hasta diría que, si me permite la paradoja, autoritaria también".

A juicio del director de la Biblioteca Nacional, Vargas Llosa es un "militante que no ceja ni un segundo en atacar a los gobiernos populares de la región", además de integrar "los círculos mundiales de la derecha más agresiva". Por eso, en un comunicado dado a conocer ayer, Horacio González, junto con otros cinco intelectuales cercanos al kirchnerismo, rechazan la posibilidad de que Vargas Llosa goce de tanto protagonismo en la Feria del Libro, sobre todo porque todavía se recuerda con acidez la opinión del escritor peruano con respecto al Gobierno argentino, al que tildó no hace mucho de "corrupto", y a su presidenta, de "desastre total".

Nada de prohibiciones

"Los abajo firmantes, escritoras y escritores argentinos, mujeres y hombres de la cultura, manifestamos nuestro profundo desagrado y malestar ante la designación del escritor Mario Vargas Llosa, por parte de la Fundación El Libro, para inaugurar la 37ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires", señala el texto difundido, que todavía aspira a recolectar más respaldos.

"Convertido desde hace años en vocero de los grupos multinacionales editoriales y mediáticos, de un supuesto liberalismo de sometimiento y depredación, y de la oposición a lo que ellos denominan "gobiernos populistas" en América Latina", continúa el escrito, "Mario Vargas Llosa se ha ensañado de modo muy particular con nuestro país y nuestra sociedad, en declaraciones vastamente difundidas por esos mismos medios". Este reclamo va dirigido al presidente de la Cámara Argentina del Libro, Carlos De Santos, con el fin de que se replantee la posibilidad de darle un papel tan destacado al escritor peruano en la Feria del Libro.

Los otros cinco firmantes de este comunicado son el escritor y periodista Vicente Battista, los filósofos José Pablo Feinmann y Ricardo Forster, el escritor Mario Goloboff, y el periodista Juanjo Villafañe. Muchos de ellos están vinculados a un movimiento de intelectuales afines al Gobierno, conocido como Carta Abierta, y que según el mismo director de la Biblioteca Nacional, es un grupo que "no plantea posiciones de manera tan tajante", a diferencia de Vargas Llosa.

El problema radica, según estos intelectuales, no en que el autor de Conversación en la catedral asista a la Feria del Libro, sino en que la inaugure. "Que Vargas Llosa venga a la Feria del Libro me parece absolutamente razonable. Es el último premio Nobel de Literatura y no lo pongo en discusión", explicaba ayer uno de ellos, Ricardo Forster. "Pero elegirlo para que abra la Feria del Libro en el contexto político del país, me parece que no es la mejor de las decisiones" porque "es alguien que viene ofendiendo muy profundamente a todos aquellos que no piensan como él", señaló.

El Gobierno tampoco ha quedado al margen. Si bien ha mostrado su apoyo a los intelectuales a través de su secretario de Cultura, Jorge Coscia, ha asegurado que en absoluto se intentará prohibir ningún discurso de VargasLlosa, aunque este sea "un reaccionario, enemigo de las industrias culturales (...) y funcional a un sistema de dependencia cultural en Latinoamérica".

Mientras esto ocurría en Argentina, el Gobierno mexicano de Felipe Calderón comunicaba ayer que otorgaría la Orden del Águila Azteca, la condecoración más distinguida de México, al premio Nobel de Literatura por sus "servicios prominentes prestados a la Nación mexicana y a la humanidad".


* Artículo aparecido el 02 de marzo de 2011 en el diario español Público.

Argentina juzga por primera vez el robo de bebés

Por primera vez, Argentina juzga la apropiación de niños durante la dictadura que padeció el país entre 1976 y 1983. El pasado lunes comenzó un nuevo proceso por crímenes de lesa humanidad y entre los imputados se encuentra el exdictador Jorge Rafael Videla, que ya acumula dos cadenas perpetuas en su historial judicial, y el exgeneral Reynaldo Bignone, el último representante del régimen militar antes de la llegada de la democracia.

Los acusados, esposados, escucharon impertérritos los cargos que se leyeron en la primera jornada del proceso. Fue insólito ver incluso cómo Videla se dormía durante ciertos momentos mientras la Fiscalía leía la acusación. No perdieron detalle las familiares de las víctimas y los sobrevivientes de la dictadura que acudieron a la sala.

Junto a Videla y Bignone, cinco miembros del Ejército, la Armada y la Prefectura y un médico están acusados de "sustracción, retención, ocultación y sustitución de identidad" de 34 menores de 10 años que nacieron durante el cautiverio de sus madres en centros clandestinos de detención, los espacios de los que se sirvió la dictadura para torturar y asesinar a 30.000 desa-parecidos y para sustraer a unos 500 recién nacidos.

Aunque en 1986 y en 1987 se dictaron las Leyes de Punto Final y de Obediencia Debida, que protegían a los militares de los crímenes de lesa humanidad, la organización Abuelas de Plaza de Mayo intentó que el plan sistemático del robo de bebés fuera considerado por la Justicia como un delito al margen de la protección que daban las leyes de impunidad.

El punto de partida fue una denuncia que presentaron el 30 de diciembre de 1996, y que ha culminado, 14 años después, en el proceso que ha sentado en el banquillo a Videla y a Bignone.

"No se trata de una causa más", señaló durante el juicio el fiscal federal encargado del caso, Federico Delgado, al definir la época de la dictadura como "uno de los episodios más oscuros de la historia argentina".

Entre los 34 casos de sustracción de menores que se abordan en este proceso se encuentra el de Macarena Gelmán, la nieta del poeta argentino Juan Gelmán, que descubrió su verdadera identidad a los 24 años, y el nieto de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, cuyo paradero sigue siendo todavía desconocido.

102 nietos encontrados

Según la Fiscalía, a partir del secuestro de mujeres embarazadas "se redefinió el plan originario" del régimen, que entonces instaló "maternidades en algunos centros clandestinos estratégicamente elegidos".

Las Abuelas de Plaza de Mayo, que hasta ahora han encontrado a 102 nietos robados durante la dictadura, luchan en la actualidad por recuperar la identidad de otros 400 jóvenes.

Está previsto que, durante los ocho meses que dure el proceso, desfilen por el tribunal más de 300 testigos.

Entre uno y tres: 3


* Artículo aparecido el 02 de marzo de 2011 en el diario español Público.

Despidos indiscriminados y a voleo: la nueva política que impulsa el Gobierno de Argentina*

 No hubo una evaluación de su desempeño, ni un aviso de advertencia. Carolina Salvatore, una empleada de la Secretaría de Educación de Arge...