viernes, 19 de agosto de 2011

La mujer que tuvo que elegir a qué hijo salvar

"Nunca había enfrentado ese dilema en mi vida". Wardo Mohamud Yusuf, de 29 años, tuvo que tomar una decisión que le pesará por siempre. Caminaba con sus dos hijos hacia el campamento de refugiados de Dadaab, en Kenia. Su hijo de cuatro años la agarraba de la mano, mientras ella transportaba en su espalda a una bebé de apenas un año.

Cundo el mayor cayó desmayado por el calor, el hambre y la sed, su madre se detuvo y volcó un poco de agua sobre su cabeza para reanimarlo. El niño no volvía en sí. Su madre trató entonces de llamar la atención de las familias que pasaban a su lado en aquella huida, pero nadie reaccionó.

"Finalmente, decidí dejarlo atrás, en el camino y al amparo de Dios", confesó Mohamud Yusuf ya desde Dadaab. "Ahora vuelvo a experimentar el dolor de abandonar a mi hijo. Me despierto por las noches y pienso en él. Me siento aterrorizada cuando veo a un niño de su edad".

Tomar una resolución de semejantes consecuencias, dejar en el camino a un hijo para salvar a otro, marca de por vida a muchos padres que hoy huyen de su país para intentar sobrevivir en otro lugar. El camino suele ser largo y seco. Sin apenas agua, sin comida, y con largas horas bajo el sol, son muchos los progenitores que deben abandonar a sus hijos en medio del camino.

Lo peor ni siquiera ha pasado para Mohamud Yusuf. El doctor John Kivelenge, experto en salud mental del Comité Internacional de Rescate en Dadaab, admite que la madre somalí no tenía otra opción. "Es una reacción normal a una situación anormal. Ellos no pueden sentarse a esperar la muerte juntos", explicó. "Pero después de un mes, sufrirán un desorden por estrés postraumático, lo que significa que tendrán recuerdos y pesadillas".

"La imagen de los niños a quienes abandonaron volverá a ellos y los acosará", añadió. "Además, dormirán mal y tendrán problemas sociales".

El caso de Mohamud Yusuf no es aislado. Una mujer de su edad, Faduma Sakow Abdullahi, también trataba de llegar a Dadaab con un bebé y con sus otros hijos de cinco, cuatro, tres y dos años. Estaban a punto de llegar al campamento, a un día de distancia, cuando se detuvieron a descansar un instante. Sus dos hijos mayores se acostaron pero no se volvieron a levantar.

Sakow se preguntó qué hacer. Llevaba agua en un envase de cinco litros, pero no era suficiente para todos. Decidió que debía abandonar a sus dos hijos de 5 y 4 años, pero no fue fácil. Se alejaba y volvía sobre sus pasos, incapaz de irse, hasta que se dio cuenta de que la vida de sus otros hijos también estaba en peligro y que no podía esperar. Al final dejó a sus hijos moribundos allí, a la sombra de un árbol.

Ésta es sólo uno de los rostros más espantosos de una hambruna y una sequía que está diezmando Somalia.Más de 29 mil niños menores de cinco años han muerto en los últimos tres meses por desnutrición o por falta de agua. Tras más de dos décadas de guerra civil y con la grave hambruna que padecen cinco de sus provincias, el centro de Control y Prevención de enfermedades de Estados Unidos también ha cifrado en 300 mil las personas que han huido del país.

Según la ONU, unas tres millones de personas necesitan "ayuda inmediata para salvar su vida". Más de 12 millones de personas en todo el Cuerno de África necesitan alimentos para paliar la hambruna, que afecta con especial saña a determinadas zonas de Somalia en donde viven 450 mil personas.

Por si fuera poco, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado de que una epidemia de cólera se está propagando por el país africano. La infección intestinal, obtenida en ocasiones tras la ingestión de agua contaminada, causa diarrea grave y vómitos, por lo que deja a los niños pequeños especialmente vulnerables a la muerte por deshidratación.

La ONG Avaaz ha comenzado una campaña de recolección de firmas con el fin de pedir al Consejo de Seguridad de la ONU que se involucre en este asunto para impedir lo que sucedió hace 19 años, cuando una hambruna en Somalia terminó hace casi dos décadas con la vida de 300 mil personas.


* Artículo escrito el 18-08-2011 para el portal de noticias Infobae América.

lunes, 15 de agosto de 2011

Fernández acaricia su reelección con más fuerza que nunca

Muy mal le tendrían que ir las cosas a la presidenta argentina Cristina Fernández para no volver a ser la próxima jefa de Estado durante cuatro años más. Las elecciones primarias de este domingo lo han demostrado sin sutilezas: la mandataria consiguió el 50,07% de los votos, con una ventaja de casi 38 puntos sobre su segundo contrincante, lo que la convierte en la candidata preferida para ser reelegida en los comicios presidenciales del próximo 23 de octubre.

“Nunca me la creí”, ha dicho ayer una risueña Cristina Fernández. “He aprendido más de las derrotas que de los triunfos”. La presidenta destacó la participación en estas elecciones primarias, obligatorias para los argentinos, al haber votado el 77,8% de los 28,8 millones de ciudadanos convocados a las urnas, una concurrencia superior a las registradas en los últimos años.

Estos comicios inéditos, necesarios para elegir a los candidatos que podían presentarse a las elecciones presidenciales y legislativas de dentro de poco más de un mes, dejan dos conclusiones muy claras. La primera, que la diferencia tan grande de votos que ha conseguido la presidenta con respecto a sus rivales indica que la oposición no convence. La segunda, que el modelo kirchnerista representado por Cristina Fernández se ha convertido en la opción más elegida por los argentinos en 23 de los 24 distritos electorales del país.

De esta observación puede extraerse otro análisis. Este año también se están celebrando elecciones locales en casi todas las provincias del país, y los candidatos apoyados por el oficialismo perdieron en algunas de las regiones más importantes. Aquellos resultados se interpretaron como un avance del antikirchnerismo, pero el desenlace de las primarias desmiente semejante apreciación, y desvelan que la gestión de la presidenta ha sido premiada aun en sectores tradicionalmente opositores.

Si además se comparan estos comicios con otras elecciones presidenciales, se puede concluir que el respaldo a Cristina Fernández es histórico. Desde el retorno de la democracia en 1983 sólo la ha superado un presidente, Raúl Alfonsín, que consiguió aquel año casi el 52% de los sufragios.

La presidenta, por tanto, ha recibido aún más apoyo que en los comicios presidenciales de 2007. Y la oposición ya no puede aglutinarse en un frente común porque la ley lo impide, más allá de las diferencias ideológicas de los tres candidatos más votados después de la mandataria, que son el radical Ricardo Alfonsín, el exmandatario Eduardo Duhalde, y el socialista Hermes Binner.

De mantenerse esta tendencia, Cristina Fernández no sólo ganará las elecciones presidenciales, sino que además no tendrá que pasar por una segunda vuelta. Por todo esto tiene motivos para sentirse contenta. Los números están de su lado.


Auge de la izquierda

La sorpresa en las primarias ha sido Hermes Binner, gobernador de la provincia de Santa Fe, que por primera vez se presenta a las elecciones presidenciales después de una gestión muy valorada en su región. Con su 10,26% de respaldo no queda muy lejos de los dos rivales que le preceden, el radical Ricardo Alfonsín y el expresidente Eduardo Duhalde, aunque hasta ahora ambos tenían más presencia nacional que el santafesino.

La izquierda también celebra el resultado obtenido por Jorge Altamira, fundador del Partido Obrero, que consiguió el 2,48% de los sufragios. Altamira acudió a Twitter en su intento de superar el 1,5% del padrón electoral necesario para competir en las presidenciales de octubre, y su campaña llamada #unmilagro despertó tantas simpatías que comenzó a difundirse de manera sorprendente.

La que casi resultó expulsada del escenario electoral fue Elisa Carrió, la segunda candidata más votada en los comicios presidenciales de 2007. Además han quedado afuera tres candidatos de los diez que esperaban presentarse a las presidenciales.

Enlace

* Artículo aparecido el 16-08-2011 en el diario español Público

domingo, 14 de agosto de 2011

Fernández mide la fuerza de sus rivales en las urnas

Por primera vez en su historia, unos 28,8 millones de argentinos eligieron en las primarias de ayer a los candidatos que competirán en los comicios presidenciales y legislativos del 23 de octubre. Definidas por algunos medios como "un salto al vacío" porque no se sabe para qué sirven ni qué significan, estas elecciones se revelan como el mejor termómetro para calcular la verdadera proyección de los aspirantes a la Casa Rosada.

Como cada alianza presentó un solo candidato para evitar la competencia interna, los comicios dilucidarán si hay algún opositor con el suficiente apoyo que pueda desafiar a la presidenta, Cristina Fernández, aspirante a la reelección y líder en todas las encuestas. Debido al sistema presidencialista, es posible que algunos votantes se decanten por un dirigente para la Jefatura de Estado, pero luego, con el fin de equilibrar fuerzas, prefieran en el Parlamento una fuerza distinta, ya que también están en juego 130 diputados y 24 senadores nacionales.

Éste es un año en el que muchas provincias eligen a sus gobernadores y legisladores locales. Los afines al Gobierno han ganado seis de los 11 comicios celebrados, pero las primarias darán un panorama más lúcido de quiénes, a nivel nacional, tienen posibilidades de alcanzar la presidencia.

Cristina Fernández espera conseguir al menos el 40% del apoyo electoral, lo que reduciría al mínimo las esperanzas del resto de sus contrincantes. Basta que la jefa de Estado le saque diez puntos a su inmediato rival en las elecciones presidenciales o que consiga el 45% de los votos para que evite la segunda vuelta y, así, se consagre en el Gobierno por cuatro años más.

Dos alternativas de peso

Debilitada y fragmentada, la oposición tiene dos candidatos que resuenan con relativa fuerza. Uno es el diputado Ricardo Alfonsín, hijo del primer presidente que conoció Argentina después de la dictadura: Raúl Alfonsín. Se presenta por la Unión Cívica Radical (UCR), un espacio político histórico, fundado a finales del siglo XIX, el único en hacerle sombra al peronismo.

Le sigue en intención de voto, por detrás de Fernández, el expresidente Eduardo Duhalde, mentor del difunto marido y antecesor de la actual mandataria. Espera, desde el peronismo opositor al kirchnerista, captar el voto que reniega del Frente para la Victoria (FPV), la coalición oficialista.

La oposición intenta no perder fuelle y recuerda que en las elecciones locales salió malparado: Mauricio Macri repite en la alcaldía de Buenos Aires y en la provincia de Santa Fe quedaron terceros. Ambas plazas son el tercer y el cuarto distrito electoral más grandes del país. El segundo más importante es la provincia de Córdoba, donde ganó hace una semana un peronista distanciado del Ejecutivo.

El primero, donde vive el 37,5% del padrón electoral, es la provincia de Buenos Aires, una zona en la que el oficialismo siempre ha tenido un gran apoyo popular. Hasta el 23 de octubre no se celebrarán las elecciones provinciales en esta región, y lo mismo sucede en Entre Ríos, San Juan y San Luis. En las cuatro jurisdicciones se celebraron ayer primarias para los cargos provinciales que se elegirán en otoño. Pero estaba previsto que los resultados se conociesen de madrugada.


* Artículo aparecido el 14-08-2011 en el diario español Público

jueves, 11 de agosto de 2011

Cristina apela a la unidad para continuar el 'modelo Kirchner'

La presidenta argentina Cristina Fernández desapareció ayer de escena. Se supo que la novia de su hijo mayor había perdido el embarazo, anunciado hace menos de un mes por la misma mandataria, así que se suspendieron todas sus actividades oficiales para que pudiera trasladarse a la provincia sureña de Santa Cruz y de este modo estar cerca de su familia.

La noche anterior, el ánimo de la jefa de Estado era otro. Le tocaba a ella el cierre de campaña previa a las elecciones primarias de este domingo, en las que se votan a los candidatos para los comicios presidenciales y legislativos del próximo 23 de octubre. Fernández, que apuesta por su reelección con la coalición Frente para la Victoria (FPV) bajo el cartel de "Cristina2011 Fuerza Argentina", anunció que su proyecto consiste en profundizar el modelo político comenzado en 2003 por su difunto marido y antecesor, Néstor Kirchner, y continuado por ella desde 2007, cuando asumió su cargo al frente del Gobierno.

Las menciones a "él", como hace referencia a su esposo desde su fallecimiento, fueron continuas. "¡Qué cabeza y corazón tenía!", dijo sobre su marido. "Tan grande que no le entró en el cuerpo. Estalló de tanto pelear por mí, de tanto defenderme".

La presidenta también hizo alusión a las protestas sociales que recorren España y Chile, e indicó que más allá de los movimientos especulativos de los mercados, hay que escuchar a quienes exigen el fin de los recortes. "Aquí hay algo más que política. Este proyecto tiene valores que no cotizan en las bolsas", afirmó.

Subida de las pensiones

Antes de su intervención habló el actual ministro de Economía, Amado Boudou, que acompaña a Cristina Fernández en su campaña electoral como candidato a vicepresidente. Su propósito fue destacar algunas de las medidas del Gobierno, como la subida de las pensiones o la asignación universal, un subsidio que se entrega a las familias más pobres con el objetivo de que sus hijos asistan al colegio y se hagan controles médicos cada cierto tiempo.

El remate del acto lo dio después la mandataria. Desde el Teatro Coliseo de Buenos Aires, lugar que empleó su marido ocho años antes para anunciar sus planes políticos para el país, Cristina Fernández aseguró que el Gobierno "no tiene una sola medida de la cual avergonzarse" durante los ochos años que lleva el kirchnerismo al frente del Ejecutivo.

Cristina Fernández, de 58 años, lidera por ahora todas las encuestas para las elecciones presidenciales, a las que se presentan diez postulantes. En las elecciones primarias de este domingo, obligatorias para los 28 millones de argentinos llamados a las urnas, se someten a sufragio 10 listas de precandidatos a presidente que deberán obtener al menos el 1,5% de los votos (poco más de 300.000) para que estos puedan convalidar su candidatura.


* Artículo aparecido el 12-08-2011 en el diario español Público

Despidos indiscriminados y a voleo: la nueva política que impulsa el Gobierno de Argentina*

 No hubo una evaluación de su desempeño, ni un aviso de advertencia. Carolina Salvatore, una empleada de la Secretaría de Educación de Arge...