jueves, 19 de febrero de 2015

La "marcha del silencio" clama por el fiscal Nisman

BUENOS AIRES.- La palabra “justicia” fue la que más se pudo escuchar en la manifestación convocada en Argentina a un mes exacto de la muerte de Alberto Nisman, el fiscal que investigaba el atentado a la mutual judía AMIA de 1994 y que denunció a la presidenta Cristina Fernández por encubrir la supuesta responsabilidad de Irán.

Un momento de la manifestación, en el Ayuntamiento de Buenos Aires. /A. D.
Imagen tomada junto al Cabildo de Buenos Aires (A.D)

No hubo consignas políticas visibles en la ciudad de Buenos Aires. Apenas se divisaron banderas argentinas debajo de una marea de paraguas que cubrían la avenida de Mayo, entre el Congreso y la Casa Rosada, sede del Gobierno. Aplausos aislados y espontáneos cánticos del himno argentino fueron las únicas resonancias de la llamada “marcha del silencio”, convocada por un grupo de fiscales federales.

Ninguno de los consultados por Público afirmó estar allí en contra del Gobierno. “Vine porque quiero que se haga Justicia por el caso Nisman. Me gustaría que se sepa quién lo ha matado si así fue, y por otro lado, quiero que se continúe de manera prolija la investigación que llevaba a cabo”, dijo Mercedes, una de las manifestantes.

“A mí me hubiera gustado que el Gobierno estuviera acá, que se hubiera unido al pueblo”, sostuvo Liliana, otra de las convocadas. “No tenía nada en contra del Gobierno, pero ellos distinguieron entre un 'nosotros' y un 'ellos'. Yo no me siento en ningún bando, pero me decepciona que el Gobierno no haya estado acá junto a nosotros”.
ue se investigue. Que se haga Justicia. En homenaje al fiscal. Las mismas referencias en torno a la manifestación se repitieron con todos los entrevistados. “Con muchos de los que vinieron no estaré de acuerdo. Algunos habrán tomado la consigna de venir contra el Gobierno, pero eso no quiere decir que todos estemos aquí por lo mismo”, concedía Federico, un joven que intentaba acceder a la Plaza de Mayo.

Dos de los fiscales que organizaban la convocatoria, Raúl Plee y Germán Moldes, han sido acusados por familiares de víctimas del ataque a la AMIA de paralizar la investigación de los encubrimientos. Por eso no asistieron a la marcha las organizaciones 18-J, APEMIA y Memoria Activa, que reúnen a la mayoría de los afectados por el atentado. Acudieron, en cambio, la DAIA y la AMIA, las instituciones representantes de la comunidad judía con mayor peso político en el país.

En contrapunto, sí hicieron acto de presencia casi todos los referentes opositores al kirchnerismo, con la misma firmeza con la que signaron su ausencia los funcionarios del Gobierno.

Del lado del Ejecutivo, la misma Cristina Fernández entendía la marcha como un acto hostil. “Nos quedamos con el canto, con la alegría; a ellos les dejamos el silencio", esgrimió durante un acto la semana pasada.

La imputación a la presidenta por parte de un fiscal que validó la denuncia de Nisman contra la mandataria llamó la atención, a su vez, de alguno de sus homólogos latinoamericanos.

El jefe de Estado ecuatoriano, Rafael Correa, se refirió a “una restauración conservadora” que “ahora utiliza hasta las instancias jurídicas para tratar de desestabilizar a los Gobiernos progresistas de nuestra América, como también están tratando de hacer con Dilma (Rousseff, presidenta de Brasil) y el caso Petrobras, pero no pasarán".

También se manifestó en apoyo a la presidenta su par boliviano Evo Morales. "Tras el ataque económico a Argentina, en base de los denominados fondos buitre, ahora se ha urdido un golpe judicial contra Fernández", afirmó, al entender que la derecha intenta dar “un golpe judicial para acabar con el proceso del pueblo argentino imputando a la compañera Cristina".

Aunque no se refirió a la marcha que estaba por producirse poco después, la propia mandataria aprovechó este miércoles la habilitación completa de la tercera central nuclear del país, rebautizada como Néstor Kirchner, para avisar de que “este Gobierno no permite que nadie le marque la cancha”.

Avances en la investigación

La Fiscalía que investiga la muerte de Nisman aprovechó esta jornada para informar de que ya declaró, en carácter de testigo, el espía Jaime Stiuso, que tuvo un papel preponderante durante décadas en los servicios de Inteligencia hasta ser desplazado en diciembre por Cristina Fernández. No trascendió dónde y cuándo compareció este agente vinculado a la CIA y al Mossad, pero su testimonio causaba mucha expectativa por ser quien guió a Nisman en su investigación de la causa AMIA, y porque el fiscal lo llamó varias veces horas antes de que apareciera sin vida en su departamento.

Un día antes de la “marcha del silencio”, el ministro de Relaciones Exteriores Héctor Timerman dio a conocer dos cartas enviadas a los embajadores de Estados Unidos e Israel en las que el canciller advertía a ambos países de su obligación de respetar “la no interferencia en los asuntos internos en las jurisdicciones donde prestan servicios”.

El funcionario reiteró además el pedido de Argentina de que incluyeran el tema AMIA en sus negociaciones con Irán."La Argentina observa con suma preocupación la creciente frecuencia con que muchos países son utilizados como escenarios en los que otros Estados intervienen para definir disputas en función de sus propios intereses geopolíticos”, indicó. "El pueblo argentino no tiene que tolerar y mucho menos sufrir que su país sea teatro de operaciones políticas, de inteligencia o, peor aún, de hechos más graves”.


* Artículo aparecido el 19 de febrero de 2015 en el diario español Público.

viernes, 13 de febrero de 2015

Cristina Fernández de Kirchner, imputada por la denuncia del fiscal Nisman sobre la AMIA

BUENOS AIRES. - Un nuevo nombre aparece en el torbellino político y judicial que originó la inesperada muerte del fiscal Alberto Nisman: Gerardo Pollicita, también fiscal, ha imputado a la presidenta Cristina Fernández por encubrir a Irán en el atentado a la mutual judía AMIA de 1994, aunque no ha pedido por ahora su declaración indagatoria.


El funcionario ha decidido impulsar la investigación que su colega fallecido presentó contra la presidenta Cristina Fernández cinco días antes de aparecer con un tiro en la cabeza en su departamento. En el escrito que elevó al juzgado, Pollicita da curso a la denuncia de Nisman, que involucra en el supuesto encubrimiento a la mandataria, a su ministro de Relaciones Exteriores Héctor Timerman, y a otros tres dirigentes cercanos a la presidenta: el diputado Andrés ‘Cuervo’ Larroque, el ex piquetero Luis D’Elía y el líder de Quebracho, Fernando Esteche.

Pollicita, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°11, ha pedido en su requerimiento decenas de medidas de prueba. El dictamen ha quedado ahora en el juzgado federal N° 3 del juez federal Daniel Rafecas.

Ante la sospecha de que Pollicita daría por veraz la denuncia de Nisman, la Procuración del Tesoro de la Nación presentó este viernes un informe ante la Justicia en el que afirma que la acusación del fiscal no tiene pruebas y que no hay nada que pueda considerarse ilícito en el Memorándum de Entendimiento que firmó el Gobierno con Irán en 2013 –aunque luego fracasara el acuerdo–, puesto que aquella iniciativa nunca sirvió para impulsar un intercambio comercial con Irán de granos por petróleo.

El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, también advirtió al fiscal Pollicita que acusar a la presidenta conllevaría “una clara maniobra de desestabilización democrática".

El fiscal no ha solicitado la declaración indagatoria de la jefa de Estado, algo que sí buscaba Nisman, pero sí ha requerido información que sostenga lo que trascendió en grabaciones telefónicas interceptadas por los servicios de inteligencia y que son el eje en el que se sostenía Nisman para pedir las imputaciones.

En esas escuchas se oyen conversaciones entre el kirchnerista Luis D'Elía, y el referente religioso iraní Jorge "Yussuf" Khalil. En realidad, la denuncia de Nisman contra la presidenta se hizo pública tras su fallecimiento, pero ni los extractos de los diálogos (poco concluyentes de por sí), ni las acusaciones de encubrimiento (sin pruebas claras o evidencias confirmadas) sostienen la denuncia de Nisman.

Otro asunto que se plantea es qué sucederá con la investigación para la que Nisman había sido contratado hacía diez años: la pesquisa del peor atentado de la historia argentina sólo analizó desde el comienzo la supuesta responsabilidad de Irán en el ataque sin considerar otras pistas, y aceptó la tutela de los servicios de inteligencia nacionales y extranjeros que fueron los que guiaron la investigación del fiscal y la consiguiente denuncia contra la presidenta.


* Artículo aparecido el 13 de febrero de 2015 en el diario español Público.

domingo, 1 de febrero de 2015

"Yo denuncié a Nisman antes de su muerte"


La muerte del fiscal Alberto Nisman ha suscitado un nuevo interés por la investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, que causó 85 muertos. La inconsistencia de la denuncia que el propio Nisman presentó contra la presidenta argentina Cristina Fernández a pocos días de su deceso pone en duda toda la pesquisa que lo llevó a acusar a Irán del ataque.

Juan Gabriel Labaké./ MATÍAS BALL
Juan Gabriel Labaké, durante la entervista (Matías Ball)

La llamada pista iraní se impuso desde el momento mismo del atentado, con el abandono casi automático de otras posibilidades. La participación en la investigación de los servicios de Inteligencia de Estados Unidos e Israel fue un elemento clave. La presunta utilización de un coche bomba en el atentado fue el otro factor que dirigió la evolución de la causa. El acusado de comprar aquel vehículo fue Alberto Kanoore Edul, un argentino de origen sirio que está imputado desde el inicio del proceso. 
 
Su abogado, Juan Gabriel Labaké, denunció al fiscal Nisman por traición a la patria ante al Procuraduría General (jefatura de los fiscales) 27 días antes de su misteriosa muerte. Público habló con el letrado, que desde el interior de la causa, y con los documentos en mano, ha llegado a otras conclusiones de las que siguió el fiscal.
  • ¿Por qué denunció a Nisman por traición a la patria?
  • La clave está en un informe secreto confidencial que la CIA entregó a Miguel Angel Toma, por entonces jefe de Inteligencia, en 2002. Está en una caja fuerte del juzgado. Nisman me hizo firmar un acta en el que me comprometía a guardar la confidencialidad del contenido de lo que leí.
  • ¿Por qué es clave?
  • Es un informe de 150 páginas elaborado por la CIA y el Mossad, como consta en el propio documento. Cuando el expresidente Eduardo Duhalde asumió en 2002, pidió ayuda al Departamento de Estado pare refinanciar la deuda de Argentina con el FMI, y le insinuaron que arreglara el problema con la CIA, porque con el expresidente Fernando De la Rúa (1999-2001), por una imprudencia, se había publicado la identidad y la fotografía del jefe de la estación de la CIA en Buenos Aires. La CIA había quedado muy resentida. Duhalde le pidió a su jefe de Inteligencia, Miguel Ángel Toma, que arreglara esto con el entonces director de la CIA George Tenet. El diario La Nación dio la crónica de todo esto. Toma viajó a Estados Unidos, se reiniciaron las buenas relaciones, pero Argentina aceptó investigar el tema AMIA en base a este informe confidencial.
  • ¿Cómo se instaló en la causa?
  • Ese informe vino con la indicación de Tenet de que debía manejarlo exclusivamente el agente de Inteligencia Jaime Stiusso por ser hombre de su confianza. Duhalde había puesto a Stiusso de jefe de contrainteligencia, que tiene en sus manos la sala de espías que pincha los teléfonos, el arma de Inteligencia sucia más importante. Stiusso tradujo el informe, bastante mal por cierto, y en enero de 2003 se lo entregó Toma al juez Juan José Galeano, primer magistrado en la causa AMIA. No alcanzó a hacer casi nada porque lo destituyeron en 2004 [por falsear pruebas]. El siguiente juez, Rodolfo Canicoba Corral, se dio cuenta de la bomba de tiempo que tenía y se hizo el distraído, hasta que a finales de 2004, las instituciones judías en Argentina, la AMIA y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), pidieron que a Nisman lo ascendieran a fiscal general y que le transfirieran las facultades de juez instructor, algo permitido cuando el caso es muy complejo y tiene enorme repercusión pública.
  • Así entró Nisman en la causa.
  • Nisman llegó a tener 43 empleados, de los cuales 32 son abogados, y un presupuesto casi ilimitado. Con todo eso en la mano, Nisman fue cayendo en la red de Stiusso.
  • ¿Qué hizo usted?
  • Una vez pude leer el informe confidencial en noviembre, lo comparé con el exhorto de Nisman de 2007 que sirvió como fundamento para solicitar la extradición de ocho funcionarios y diplomáticos iraníes. Hay párrafos que son calcados. Esto me llevó a presentar la denuncia contra Nisman. Oficialmente, ese informe forma parte de la causa AMIA, sólo que no está en las carpetas de la causa, sino bajo llave.
  • ¿En qué se basó el exhorto de Nisman?
  • El exhorto, así como el informe secreto de la CIA, están basados en informaciones que les dan ex agentes del servicio secreto iraní que habían pertenecido a la Organización de los Muyahidines (MKO). Cuando el ayatolá Alí Jameini hizo su revolución en 1979, los del MKO se adhirieron a la revolución desde la óptica marxista ortodoxa. Cuando le propusieron seguir con acciones violentas, Jameini los sacó del poder y estos pidieron protección a la CIA, que les armó una base secreta en Irak, cerca de la frontera con Irán, donde la CIA mantuvo, adiestró y financió a 3.000 guerrilleros hasta hace tres o cuatro años, al menos. Son los que hicieron los peores atentados en Irán. Ese grupo ha sido calificado de terrorista por la Unión Europea, la ONU y Estados Unidos, que retiró esa calificación hace poco. La CIA los usó en su informe confidencial y Stiusso los utilizó con nombre y apellido como prueba de la culpabilidad de Irán en el antentado de la AMIA.
  • ¿Qué alegaban?
  • Que dos años antes del ataque se había reunido el Consejo de Seguridad en Teherán y decidieron ahí preparar el atentado. Como estos iraníes habían sido parte de la Savak, el servicio secreto de Irán, los utilizaron para inculpar al país. Pero en ese momento ellos ya habían sido expulsados de la Savak, e incluso uno se había fugado del país por tener una condena penal por cheques sin fondos. Nisman cometió la grosería de usar estos testimonios en su exhorto, y por eso el fiscal iraní se quejó: '¿Cómo usan esto para acusarnos?'
  • ¿Por qué dirigió su denuncia precisamente contra Nisman?
  • Porque si seguía como fiscal, a mi cliente Edul no lo iban a sobreseer nunca. Durante 10 años le demostré su inocencia a Nisman por todos los medios, pero se negó a sobreseerlo. Nisman era el puntal de la CIA, la AMIA y la DAIA para sostener la acusación contra Irán por razones políticas. No permitieron hacer ningún tipo de investigación que no fuera lo estrictamente indicado por el informe de la CIA. Cuando me convencí de eso, presenté la primera denuncia a la Procuraduría General contra Nisman por mal desempeño. Me la rechazaron porque decían que no había ningún delito o irregularidad en su conducta. Pero en ese momento no tenía la prueba del informe de la CIA. Hasta que pude acceder a él. Ya con la prueba en la mano, realicé la segunda denuncia. El art. 215 del Código Penal considera el delito de traición a la patria cuando alguien sigue las indicaciones de un organismo extranjero en desmedro del poder de decisión nacional.
  • ¿Por qué los servicios de Inteligencia de Argentina iban a permitir semejante injerencia?
  • El problema es que cuando subió el expresidente Raúl Alfonsín (1983-1989) al poder, al retorno de la democracia, se encontró con una Inteligencia taponada de militares. Dejó 1200 agentes afuera, que son los que luego le hicieron la vida imposible con atentados y operaciones de prensa. El caso es que le encargó la reestructuración de los servicios de Inteligencia a la Securité francesa y al Mossad israelí. Esto es oficial, no un trascendido. Y ellos dejaron sus propios topos, y también los de la CIA.

Dilemas del Poder Ejecutivo

  • ¿Cuál fue la posición del Gobierno de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández ante a la pista iraní?
  • Hasta 2011, los Kirchner se habían comprometido con la política del Mossad y de la CIA, y por eso lo nombraron a Héctor Timerman como ministro de Relaciones Exteriores, dado que él les hizo ver que como vivió años en Nueva York, y como pertenece al grupo laborista de Simon Peres e Isaac Rabin en Israel, los podía conectar con el American Jewish Committee (AJC), grupo que nuclea a los más poderosos judíos influyentes de Estados Unidos. También podía servir de enlace con la AIPAC, que es la asociación que ellos tienen para que Estados Unidos apoye a Israel. La revista Forward, de la colectividad judía en Nueva York, publicó que a raíz de un viaje de los Kirchner en 2006 a una asamblea del AJC, ambos se reunieron con la directiva y acordaron orientar la investigación de la AMIA estrictamente sobre la acusación a Irán.
  • ¿Qué pasó después?
  • La presidenta comenzó a sospechar de Stiusso desde enero de 2011, cuando ordenó a Timerman que tomara contacto con su homólogo sirio para que este país le sirviera de intermediario con el embajador de Irán. Comenzaron a abrirse las aguas entre Stiusso y Cristina cuando ella firmó el Memorándum de Entendimiento con Irán en enero de 2013. Es cuando él comenzó a preparar acciones psicológicas contra el Gobierno. Stiusso, que no es ningún tonto, armó una red en donde los jueces dependían de él, no del poder Ejecutivo. Mientras las cosas fueron amablemente bien entre él y los Kirchner, no hubo problema. Todos los juicios que comenzaron a activarse contra la presidenta surgieron cuando desde la Secretaría de Inteligencia (SI) Stiusso empezó a fogonearlos.
  • ¿Qué motivó al Gobierno la firma del Memorándum con Irán?
  • No me atrevo a dar una respuesta categórica. Puede ser un guiño a Estados Unidos, que en ese momento comenzó una sutil aproximación a Irán con el actual presidente Hasán Rouhaní. En segundo lugar, el tema de la acusación contra Irán se ha pulverizado. Después de mandar su exhorto a Irán pidiendo la extradición de los ocho funcionarios iraníes, Nisman dijo que este país nunca le había contestado, lo cual es una flagrante mentira. Irán contestó en 2008 destruyendo en 37 páginas la argumentación del fiscal y pidiendo pruebas. Nunca las recibieron.
  • Usted también denunció a Nisman por abuso de autoridad y falsa denuncia.
  • Nisman hizo un segundo dictamen hace dos años, acusando a diez países latinoamericanos de tener células terroristas iraníes dormidas. Sumando todo, además, hay discriminaciones contra los musulmanes más que probadas.
  • ¿Qué ganaba Argentina desviando la investigación?
  • La Argentina está atada a la política norteamericana desde el derrocamiento del expresidente Juan Domingo Perón. Nunca pudo tener de nuevo una política independiente en el exterior. Nosotros tenemos una dependencia desgraciadamente cultural respecto a Estados Unidos. No hace falta que nos presione con nada. La gente conmúnmente lo acepta. Desde la crisis de 2001 en adelante, la admite con el argumento de que estamos muy débiles, lo cual es cierto. Pero se podría trazar igual una estrategia para irse liberando poco a poco de esa tutela.
  • Pero el Memorándum de Entendimiento con Irán le ha causado a Cristina muchos problemas.
  • Charlé con ella en octubre y le saqué el tema AMIA. Me pareció ideológicamente convencida de que había que dar un viraje. Quizás lo han hecho muy torpemente porque además tienen las manos sucias, vienen de relaciones carnales redivivas con Estados Unidos e Israel, pero me parece que en ella hay una cuota de decisión ideológica de realineamiento en esta jugada.


Motivos de un atentado

  • ¿Qué razón de ser tendría el atentado a la AMIA?
  • Nuestra sospecha es que se hizo por peleas internas de Israel para terminar con las tratativas de paz entre el exprimer ministro Isaac Rabin y el entonces presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) Yaser Arafat, pero lo usaron en un primer momento para inculpar la línea Irán-Siria-Hezbollah-Edul, mi cliente. Yo intervengo en la causa para defenderlo, porque lo acusaron de comprar la furgoneta que supuestamente explotó en la AMIA, y de armarla con explosivos.
  • ¿Una masacre para detener a Rabin?
  • Argentina tuvo dos atentados: la explosión a la embajada israelí se produce en marzo de 1992, y la explosión en la AMIA, en julio de 1994. Al año de los acuerdos de Madrid entre Arafat y Rabin en 1991, explotó la embajada. Dos años después, explotó la AMIA, y año y medio después, lo mataron a Rabin. Entre medio, hubo 11 atentados más, todos en una línea de amedrantamiento contra Rabin. A los dos meses del atentado a la AMIA, Rabin firmó el acuerdo de paz con Jordania, que era preparatorio del acuerdo final “Paz para el Territorio”: los palestinos recibían los terrenos sustraídos en la guerra de 1967, y garantizaban a cambio la tranquilidad del Estado de Israel.
  • ¿Quién quiso impedirlo?
  • Los sectores derechistas ultrarreligiosos israelíes, que por entonces se agrupaban en el movimiento Gush Emunim. Un activista de este grupo fue cooptado por un sector del servicio secreto israelí Shin Bet, dedicado a la seguridad interior, para matar a Rabin. El detalle es que en cada aniversario de la muerte de Rabin, el grupo del actual primer ministro Benjamin Netanyahu va a rendirle homenaje al asesino de Rabin.
  • ¿Qué pasó con el atentado a la embajada israelí en Buenos Aires?
  • Tiene la misma estructura que el atentado a la AMIA, por la organización logística y por el encubrimiento. El ataque a la embajada no se produjo con coche bomba sino con explosivos colocados dentro del edificio. Pero cuando la policía comenzó a estudiar la explosión interna, el jefe de seguridad de la embajada se presentó en comisaría y presionó para que se tomara como única pista de investigación el coche bomba. Esto lo descubrió el secretario penal de la Corte Suprema, Alfredo Bisordi, que fue a la comisaría intempestivamente al día siguiente del atentado, y se encontró al jefe de seguridad.
  • La Corte intervino en la investigación de ese ataque.
  • Como había una discusión de si hubo coche bomba o no, la Corte le pidió a la Academia Nacional de Ingeniería una pericia por digitalización computarizada. Determinaron que la explosión fue adentro de la embajada, pero como la misma embajada protestó, la Corte citó en una audiencia conjunta a los peritos de la Federal y de la Gendarmería, que sostenían que el ataque fue con coche bomba, y a los de la Academia. Los peritos de esta institución destrozaron la argumentación de la Gendermería y de la Federal, y la Corte declaró públicamente una nueva pista de investigación hacia la explosión interna, sin abandonar la del coche bomba. El por entonces embajador Itzhak Avirán tomó el micrófono en un canal de televisión y dijo que si hacían eso, lo considerarían un acto claro de antisemitismo y promoverían un juicio político a la Corte. Ésta cedió, y en 1998 declaró que no se podía determinar quién produjo el atentado, pero que había sospechas de que fue un grupo de la yihad islámica. Un año después, de manera secreta, esa declaración de la Corte se transformó en un fallo, y el caso quedó archivado. La embajada, entre tanto, nunca pidió la producción de ninguna prueba.

  • ¿Qué sucedió en la AMIA?
  • En la AMIA sucedió lo mismo. No había coche bomba, ni cráter en la vereda [acera]. Los periodistas Jorge Lanata y Joe Goldman escribieron el libro Cortinas de Humo en el que se recoge el testimonio de once testigos que no vieron ninguna camioneta estrellarse contra el edificio. Con la explosión, los muebles del departamento vecino a la AMIA se corrieron hacia la ventana que daba hacia la calle, y no al revés. Si hubiera existido el coche bomba, el edificio de enfrente habría sufrido más daños de los que tuvo. La forma en que se desploma parte del edificio también es elocuente para llegar a esta conclusión.
  • ¿Quién investigó aquello?
  • El expresidente Carlos Menem, en una actitud inédita, y por única vez en la historia del país, trazó una línea imaginaria alrededor de la AMIA, y por decreto presidencial, cedió ese perímetro como lugar de competencia para que investigaran al Ejército israelí, a la Mossad, al FBI y a la CIA. Nuestra Gendarmería y la Policía tuvieron que ponerse a las órdenes del Ejército israelí y del FBI. En esas condiciones, un militar de Israel se encontró con un motor con el número de fabricación intacta caminando entre los escombros.
  • Se mantuvo la tesis del coche bomba.
  • El sionismo en Argentina presionó lo suficiente para que fuera la única pista de investigación . El juez Galeano, en 1996, dudó de la existencia del coche bomba y le pidió al director del Instituto de Estructura y Explosivos de la facultad de Ingeniería de Tucumán, el dr. Rodolfo Danesi, que hiciera una pericia por computación digitalizada, la cual determinó que el explosivo, de entre 300 a 400 k de amonal, estuvo dentro de la AMIA a metro o a metro y medio desde la puerta de entrada.

Autores del atentado

  • ¿Quién cree que está detrás del atentado?
  • Por quien encubre y por la forma de comportarse de Israel, creo que fue el mismo sector de Sin Beth el que produjo el atentado. Dos horas después del ataque, el departamento de Estado israelí le comunicó a nuestra embajada en Washington que los responsables eran Irán y Hezbolá.
  • ¿Qué interés podrían tener en atentar contra una comunidad judía?
  • Estados Unidos ha usado el atentado a la AMIA para culpar a Irán de ser terrorista. Israel, en su insistencia ante Estados Unidos de atacar a Irán preventivamente, usó como casus belli el tema de la AMIA. Hasta once veces ha venido un embajador o un alto cargo de Israel a decir que fue Irán. En tres de ellas, han dicho que tenían pruebas. Yo le pedí a Canicoba y a Nisman que presentaran esas pruebas. Los dos exhortaron diplomáticamente a Israel, pero nunca hubo respuesta.
  • Dígame al menos un par de certezas sobre la responsabilidad de Israel en el atentado.
  • En derecho se parte de una investigación criminalista en base a dos supuestos: a quién beneficia y a quién encubre. A quién beneficia es el primer sospechoso. El encubridor sabe quién es el encubierto y es también sospechoso. En ambos casos, Israel está de por medio.
  • ¿Y cuál es su propio interés en el caso?
  • He perdido clientes por defender a un ciudadano de origen sirio. Soy político, y se me han negado todos los accesos a la prensa. Nadie quiso publicar mi libro Amia Embajada, ¿verdad o fraude?, ni distribuirlo, ni venderlo. Mandé ejemplares a 153 periodistas de grandes medios de comunicación y nunca tuvo eco.
    Mi interés, al margen de defender a Edul –lo hago gratis, porque lo han fundido económicamente con esta acusación— es intentar liberar a Argentina de este pegajoso tema. Mientras nosotros no solucionemos esto, mientras no levantemos la acusación de que no hemos querido investigar lo de la AMIA, nos van a ligar al conflicto de Medio Oriente.Y esto ha servido en Argentina para crear el clima de que se está protegiendo a Irán. Y cabalgando sobre esto, desestabilizan un Gobierno. El problema es que, en realidad, desestabilizan al país.


*Entrevista publicada el 29 de enero de 2015 en el diario español Público.

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