lunes, 26 de octubre de 2015

Argentina deja en incógnito quién será su presidente

BUENOS AIRES.- La intensidad electoral que ha vivido Argentina este año no ha terminado con las elecciones presidenciales de este domingo. Daniel Scioli, aspirante a la presidencia por el oficialista Frente para la Victoria (FpV), fue el candidato más votado pero sacó muy poco margen con respecto al opositor Mauricio Macri, del frente Cambiemos.
El cuartel general del oficialismo, desolado (EFE)

El gobernador de la provincia de Buenos Aires se enfrentará el 22 de noviembre con el jefe de Gobierno porteño, que se mostró eufórico no sólo por la mínima distancia que le ha sacado al candidato oficialista, sino por el extraordinario resultado de su aspirante a gobernadora en la provincia de Buenos aires, María Eugenia Vidal.

En este distrito, el más influyente del país al contener al 37% del padrón electoral, ha resultado electa contra todo pronóstico la candidata de Macri. El oficialismo no daba crédito desde su cuartel general, en el estadio Luna Park de la ciudad de Buenos Aires, con los resultados que confirmaban la derrota del jefe de gabinete de ministros Aníbal Fernández, que sacó casi cinco puntos menos que Vidal.

En concreto, la gobernadora electa de Cambiemos ha conseguido en la provincia bonaerense más de seis puntos porcentuales más que Macri en su aspiración a la presidencia. Aún más: Scioli, gobernador del distrito desde 2007, ha sacado dos puntos menos en su propio territorio, como candidato a suceder a la mandataria Cristina Fernández de Kirchner, que los obtenidos por Vidal.

La provincia de Buenos Aires, gobernada por el peronismo desde 1987, ha dejado de ser el bastión del oficialismo.

A la espera

Scioli, que se dirigió al país dos horas antes de conocerse los resultados provisionales, dio un discurso más duro de lo que es habitual en él, y después prometió que volvería a intervenir una vez hubiera información oficial. Tanto él como sus máximos dirigentes desaparecieron al difundirse los primeros datos.

Lo único que acertaron las encuestas en esta noche electoral fue el tercer lugar del que no pudo salir el peronista disidente Sergio Massa, candidato presidencial de Unidos por una Nueva Alternativa (UNA).

Tras reconocer que la segunda vuelta será entre Scioli y Macri, el exfuncionario kirchnerista aseguró que preparará “un documento único que muestre a los argentinos que hay una forma distinta de hacer política”. También han quedado afuera el postulante por el Frente de la Izquierda y de los Trabajadores (FIT) Nicolás del Caño, que ha superado en votos a la candidata por Progresistas Margarita Stolbizer, y el expresidente Adolfo Rodríguez Saá, de Compromiso Federal.

Seis horas sin resultados oficiales

La Dirección Nacional Electoral no comenzó a publicar los primeros resultados hasta cerca de la medianoche, cuando aparecieron de repente escrutadas más del 60 % de las mesas electorales. El titular del organismo, Alejandro Tullio, había asegurado a Público que los datos provisionales se ofrecerían antes de las 22 horas, y que las primeras proyecciones podrían realizarse unas dos horas después.

Por otro lado, once provincias también elegían gobernadores, legisladores provinciales y otras autoridades locales. Eran Buenos Aires, Catamarca, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La Pampa, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz.

Además de la sorpresa por la derrota del oficialismo en Buenos Aires, también han sido llamativos los resultados en la provincia de Jujuy (norte del país), en donde el radical Gerardo Morales consiguió arrebatarle la provincia a su actual gobernador peronista, Mario Fellner.

El kirchnerismo, no obstante, ha ganado en siete de esas provincias, incluida la de Santa Cruz, donde ha resultado vencedora la hermana del fallecido ex presidente Néstor Kirchner, Alicia Kirchner.

Sin irregularidades ni denuncias de fraude, votaron en total el 79% de los 32 millones de argentinos que tenían que ir a votar. En Argentina el voto es obligatorio.

Después de tres Gobiernos kirchneristas, el primero encabezado por su esposo Néstor Kirchner (2003-2007) la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se despide el próximo 10 de diciembre de la presidencia tras dos mandatos consecutivos, ambos conseguidos en primera vuelta.

En 2007, la mandataria triunfó con el 46,29 % de las papeletas, y en 2011 fue reelegida con el 54% de los sufragios, el mayor caudal de votos que haya obtenido un presidente en Argentina desde el regreso de la democracia en 1983. Esa victoria seguirá imbatible por al menos otros cuatro años.


* Artículo aparecido el 26 de octubre en el diario español Público.

sábado, 24 de octubre de 2015

Scioli, el delfín de Cristina Fernández de Kirchner

BUENOS AIRES.- El gobernador de la provincia de Buenos Aires, candidato a presidente por la coalición oficialista del Frente para la Victoria (FpV), será el candidato más votado en las elecciones presidenciales que se celebran este domingo en Argentina. Pero si no consigue el 45 % de los sufragios, o no supera el 40 % con una distancia de diez puntos sobre su rival más próximo, deberá afrontar una segunda vuelta en noviembre.

Sus contrincantes principales son el jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el conservador Mauricio Macri, quien espera aglutinar todo el apoyo no peronista, y el exfuncionario kirchnerista Sergio Massa, hoy disidente, que figura tercero en intención de voto y pelea por el respaldo de los indecisos y por el de aquellos desencantados con la elección de Scioli como representante del Gobierno.


El  candidato Scioli durante un mitin en Quilmes. REUTERS
Scioli, de campaña (Reuters)
Scioli es apoyado, en todo caso, por el grueso del peronismo que respalda a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. “Eso le permite tener detrás una estructura política muy importante con representación y con despliegue político en todo el territorio”, analiza para Público el periodista Pablo Ibáñez, coautor junto a Walter Schmidt del libro “Scioli Secreto”.

El gobernador puede convertirse en el primer presidente democrático no político, a juicio del escritor. “La historia argentina está plagada de políticos profesionales porque antes de ocupar la presidencia hicieron de la política su carrera y medio de vida. Scioli llega a la política cuando tiene 40 años. Antes no había militado, ni había tenido participación política”, indica.

Hasta entonces, Scioli era conocido por ser piloto de motonáutica. En 1989, un accidente con su lancha durante una carrera en el delta del Río Paraná le costó su brazo derecho. Su relación con la modelo Karina Rabollini, que ahora aspira a ser primera dama, también le otorgó cierta notoriedad.

“Esas particularidades le dieron un rasgo distintivo”, analiza Ibáñez. “Más allá de que es un profesional del negocio de la política, no es un político convencional. Es muy metódico con su imagen y con el manejo del discurso, muy cauteloso con sus palabras. Ha hecho una especie de religión sobre el no confrontar y evitar las posiciones extremas”.

El padre de Scioli, José Osvaldo, era además parte de una empresa que manejaba el canal 9, uno de los más importantes del país. “Así adquirió una dinámica en su relación con los medios”, puntualiza el escritor.

Con un perfil abiertamente competitivo como el que cultivó con el deporte, Scioli no tuvo dudas de sus aspiraciones cuando entró en política. El más alto cargo al que podía optar era al de presidente, y a ello se abocó sin negarlo nunca.

En 2013, cuando el oficialismo proponía un cambio en la Constitución que habilitara a la presidenta a un tercer mandato, el gobernador admitía sin rodeos que él también aspiraba a ese puesto.

Fue uno de los momentos más tensos de cuantos marcaron la relación entre la mandataria y el político.

Scioli, sin “ismos”

El candidato por Frente para la Victoria, Scioli, y su esposa en un mitin de cierre de campaña en Buenos Aires. REUTERS
Scioli, con Rabollini (Reuters)
Argentina tiene un sistema presidencialista, por lo que es usual que los políticos del peronismo se apoyen en una estructura política propia. Ejemplo de ello fue el menemismo, o el kirchnerismo. No es el caso de Scioli. No hay ningún diputado nacional, de los casi de los 130 que tiene el FpV, que responda al gobernador.

En cambio, el candidato se ha acostumbrado a cohabitar con otros presidentes. Lo hizo con Carlos Menem (1989-1999), con el que fue diputado; con Eduardo Duhalde (2002-2003), del que fue secretario de Turismo, y luego de Deportes; y con Néstor Kircher (2003-2007), que eligió a Scioli como su vicepresidente.

Con el Gobierno de Cristina Fernández, el político pasó a ser gobernador de la provincia más importante del país. Es pública, no obstante, la relación conflictiva entre Scioli y la mandataria. “Se llevan como dos dirigentes políticos que forman parte del mismo espacio, donde una es la jefa, y el otro quiere ser el jefe”, confirma el periodista. “No hay una relación de aprecio, no son amigos, y hay cierta competitividad porque son especies completamente distintas”.

Cristina es más ideológica, con pretensiones intelectuales más definidas, a juicio de Ibáñez, mientras que Scioli se caracteriza por ser más llano, más liviano ideológicamente. Más pragmático. “Nunca tuvieron una relación cordial, y nunca existió por parte de Cristina hacia Scioli una relación de respeto político”, añade.

Más allá de Cristina

¿Qué pasará entonces si Scioli es el próximo presidente? Si es consecuente con su forma de actuar hasta ahora, el gobernador tenderá a la conciliación, a la espera de que la futura expresidenta tome distancia para permitir que él pueda emerger como máxima autoridad del país. Al fin y al cabo, ambos son parte del mismo partido.

Es de prever que Scioli encabece un programa de Gobierno no muy distinto del de Cristina Fernández, con algunos cambios de forma en cuanto a las relaciones internacionales del país y con una mayor atención al mercado internacional de capitales, “si bien Cristina y Scioli son completamente antagónicos, y el mismo plan aplicado por personajes así puede convertir los matices en cuestiones de fondo”, advierte Ibáñez.

Mientras tanto, Scioli se ha encargado de mostrar cierta independencia del kirchnerismo al anunciar quiénes integrarían su eventual gabinete. La gran mayoría ocupa en el Gobierno de la provincia de Buenos Aires los cargos prometidos a nivel nacional. Son menos los kirchneristas ideológicos. “Para el gran mercado se verán como kirchneristas, pero en la lectura final del proceso son más episódicos, no de sangre”, juzga el autor.

Con esta manera de actuar ha escalado Scioli los peldaños del poder. No serán sus palabras, sino sus elecciones, las que marcarán su eventual presidencia, la cual coronaría con un eclecticismo apaciguador que le permita contener a unos y gobernar a todos.


 * Artículo aparecido el 24 de octubre de 2015 en el diario español Público.

lunes, 19 de octubre de 2015

Líder del radicalismo en Argentina reconoce la crisis de su partido

El candidato a gobernador por la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, dijo en una entrevista exclusiva con Sputnik Nóvosti que la Unión Cívica Radical (UCR) no ha podido reponerse de la debacle social y económica que sufrió el país en 2001.


"No nos recuperamos de la crisis de 2001, nos destruyó completamente. Nos mató. No ha aparecido un liderazgo. Lo que tenemos es bastante pobre, como oferta", reconoció Morales a esta agencia.

Por primera vez desde el regreso de la democracia, la UCR en Argentina no tendrá ningún representante en las fórmulas presidenciales que competirán en los comicios generales del 25 de octubre.
Atrás quedan mandatarios radicales que dejaron una impronta en el país, ya fuera positiva, con el expresidente Raúl Alfonsín (1983-1989), o desastrosa (1999-2001), cuando el país colapsó en la crisis que terminó con el Gobierno de Fernando de la Rúa.
 Al mismo tiempo, la presencia de líderes de la UCR en gestiones provinciales es residual: solo en Corrientes (noreste del país) gobierna un radical, Ricardo Colombi, desde 2001.

Este panorama podría cambiar tímidamente a partir de diciembre, cuando se renueven los cargos nacionales y locales sometidos a elección este año.
En Mendoza (oeste) ya ganó en las elecciones locales de junio el radical Alfredo Cornejo y otras dos provincias podrían ser gobernadas por la UCR: dentro de tres meses tienen posibilidad de ganar los candidatos Eduardo Costa en Santa Cruz (sur) y Gerardo Morales en Jujuy (norte).

Candidato en Jujuy

El senador Morales es uno de los principales referentes del radicalismo, junto con el senador Ernesto Sanz y el diputado Julio Cobos, ex vicepresidente entre 2007 y 2011 durante el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
Actualmente no oculta sus simpatías por el diputado Sergio Massa, un peronista disidente que también competirá por la presidencia y que figura tercero en los sondeos.
Morales se refugia en el territorio, donde tiene muchas posibilidades de desbancar al actual gobernador peronista Eduardo Fellner, quien está por cumplir su tercer mandato.
"Nuestra definición de Gobierno se sostiene en la idea de la pacha mama y los recursos naturales", explica: "No compartimos el modelo del Gobierno provincial que hace a Jujuy capital nacional de la minería", añade.

Según señaló a esta agencia, "tenemos un presupuesto de 18.000 millones de pesos [1.800 millones de dólares] y la minería aporta 25 millones de pesos en regalías [2,5 millones de dólares]".

"No pagan el agua, y no están siendo sustentables ambientalmente, así que tenemos ahí un desafío, más allá de tratar de preservar los puestos de trabajo", agrega.

El dirigente asume que la provincia debe cambiar la lógica: "Con 700.000 habitantes, hay 110.000 planes sociales (o subsidios), 85.000 empleados públicos y 55.000 puestos de trabajo en la actividad privada", enumera.

"Necesitamos pequeños reservorios de agua y cambiar la matriz de la obra pública, tenemos 450.000 hectáreas según el plan de ordenamiento territorial para producir, pero estamos produciendo 170.000; necesitamos obras de riego", asegura.

Enemigos locales 

Uno de sus mayores desafíos es desarmar el entramado que ha creado la dirigente barrial Milagros Sala con su organización Tupac Amaru, que tiene 80.000 afiliados.

"En Jujuy tenemos un problema que tiene que ver con los fondos paraestatales que se entregan a organizaciones como la Tupac", detalla.

En el municipio de Humahuaca "llegan 4,5 millones de pesos (450.000 dólares) todos los meses para la Tupac, mientras que el intendente [alcalde] maneja una coparticipación del 1,5 millones (150.000 dólares)", desarrolla.

"En 10 años tendrían que haber construido 2.100 viviendas, y construyeron 700", añade.

Milagros Sala se ha unido al gobernador Fellner para apoyar su reelección en las próximas elecciones.
* Entrevista publicada el 9 de octubre de 2015 en la agencia rusa Sputnik

 

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