martes, 17 de abril de 2012

Repsol, la oportuna causa nacional de España

Raro es que el presidente español Mariano Rajoy no haya salido él mismo a dar el grito de guerra contra Argentina por la expropiación de la empresa petrolífera YPF, filial argentina de Repsol. Agazapado como estaba detrás de sus ministros a la hora de dar cuenta de los recortes aprobados en los primeros 100 días de Gobierno, ésta era una ocasión estupenda para salir en primera línea a criticar muy indignado la decisión del Ejecutivo argentino.

No pudo ser. Pero a la ofensiva mandó nada menos que a dos ministros, el de Industria y Turismo y el de Relaciones Exteriores, para recordar que cuando se toca una “empresa española” se nos toca a todos. Y además nuestro presidente no es de palabra fácil, pero sí de hechos contundentes. Y por eso aprovechará su actual viaje a México y a Colombia para recabar apoyos de países latinoamericanos, dado que parece difícil que la Unión Europea pueda establecer algún tipo de sanción a una decisión soberana.

Pero no puede quedarse así esta decisión argentina de nacionalizar el 51% de las acciones de YPF, porque se tocan los intereses de España, de todos los españoles, en suma, en un momento de crisis económica muy grave para nuestro país, lo que convierte la expropiación argentina no sólo un acto alevoso y traidor hacia España, sino en una declaración de guerra como ágilmente han descubierto nuestros ministros. 

Cuidado, sin embargo, con los antipatriotas que tienen la mala leche de recordar que la empresa española Repsol no es en realidad española porque la mayor parte de sus acciones están en manos extranjeras. Lo dice la empresa en su misma página web: el 42% [de la multinacional] pertenece a instituciones extranjeras --como fondos de inversión o bancos-- y otro 9,5% rsponde a la compañía petrolífera PEMEX, de nacionalidad mexicana.

Lejos están aquellos tiempos en los que decir Repsol era decir empresa estatal. Esto fue así hasta 1987, cuando Felipe González, que se decía socialista, decidió privatizarla. 

Por si fuera poco, resulta que Repsol es la segunda empresa, de cuantas cotizan en la Bolsa española, con más presencia en paraísos fiscales. Tiene, exactamente, trece sociedades que operan en territorios extranjeros donde predominan la opacidad de las cuentas y un sistema impositivo casi nulo. Doce de ellas están en las islas Caimán.

Habrá quienes todavía quieran reivindicar la importancia de los impuestos que, en cualquier caso, tributa Repsol en territorio español. El diputado de Izquierda Unida (IU) Alberto Garzón, señala en cambio que la empresa sólo declara en España “el 25% de sus beneficios totales por todo el mundo”. Eso significa que Repsol pagó en 2010 al fisco español 949 millones de euros, de un total de 1.742 millones de euros que pagó a nivel mundial. Dado que no todo lo que gana lo obtiene de España, tampoco todos los impuestos los paga en este país.

Garzón dice, ante toda esta historia, que en realidad "no están enfrentados los intereses de dos naciones distintas, sino los intereses nacionales de Argentina y los intereses económicos de sujetos privados de distintas nacionalidades -y entre ellas, en menor grado, españoles-".

Entre tanto, ésta es la excusa perfecta para golpearse el pecho por los intereses afectados de una multinacional mal llamada española, y además, poco dada a ser equitativa con sus trabajadores en relación al aumento de sus ingresos. 

Pese a que las empresas españolas tienen un capital minoritario en Repsol, no hay que perder la ocasión de agitar vientos y tempestades y ocultar de la atención pública la sangría de recortes del Gobierno. Qué mejor que generar y azuzar esta causa como una cuestión de Estado para olvidar que no es Argentina, precisamente, quien tiene desde hace rato a nuestro país hincado de rodillas.

jueves, 5 de abril de 2012

La historia oculta entre Oliver Stone y Tariq Ali


 El cineasta conversó con el reconocido periodista para sobrevolar la historia y rescatar un discurso distinto del habitual. Ambos cuestionan, con dialéctica provocativa, el relato oficial de la coyuntura política



"El capitalismo ha fallado muchas veces", dice Tariq Ali, ensayista, historiador y uno de los referentes para la izquierda desde los años 60. "Desconozco si hubo algún tipo de acuerdo, pero desde 1825 ha habido docenas de ciclos capitalistas  de auges y caídas, expansión y recesión, colapso", sostiene. "Y aun así, a este sistema siempre se le permite revivir, o es resucitado, como vemos hoy. Y comunistas y socialistas tuvieron un intento que duró 65 años y después colapsó, y todos dicen que ése fue el fin".

"En mi opinión", añade, "ese estilo particular de comunismo y ese intento específico pueden haber terminado, pero no hay absolutamente ninguna razón para que las personas no deban pensar en mejores sistemas que el existente, sin volver a lo peor de lo que fue el sistema soviético"

Opiniones concisas, de una precisión admirable para referirse tanto a la Revolución Rusa o a la última invasión de Irak. Tariq Ali, de nacionalidad paquistaní, es una de las mentes más lúcidas a la hora de desgranar la coyuntura internacional. Su propia vida estuvo marcada por el golpe de Estado en Pakistán en 1958. "Organizábamos círculos de estudio y células en las casas de estudio. Organicé la primera manifestación de la época", recuerda.

Después se exilió en Reino Unido, Oxford,  y desde entonces fue forjando una carrera, y con ella, su visión sobre los hechos más relevantes del siglo XX, algunos de los cuales acaricia en el libro -diálogo La Historia oculta (Capital Intelectual).

La Revolución Rusa, la II Guerra Mundial, la URSS, la hegemonía de los Estados Unidos desde entonces, las intervenciones en Asia y Medio Oriente, y las prospectivas en América Latina de mano de un incipiente socialismo son algunos de los asuntos sobre los que incide Tariq Ali junto al cineasta estadounidense Oliver Stone, que participó en la guerra de Vietnam y recibió el Oscar como director por Nacido el 4 de julio y Pelotón, y por el guión de Expreso de medianoche.

El encuentro entre ambos, celebrado en Los Ángeles en 2009 constituyó no sólo este libro, sino también nutrió el documental La Historia Oculta de los Estados Unidos. Una conversación que hilvana episodios esenciales de una historia que a veces se toma su revancha, porque siempre se repite. "El pasado tiene demasiado conocimiento incrustado dentro y entonces parecería mejor olvidar y comenzar de cero. Pero no se puede hacer esto con la historia. Si intentas suprimirla, vuelve a aparecer de manera horrorosa", destaca en un momento Oliver Stone.

"Exacto" recalca Tariq Alí. "Si los políticos están destinados únicamente a repetirse históricamente, el mundo tiene un porvenir muy triste por delante".


 * Artículo aparecido el 4 de abril de 2012 en el portal de noticias Infobae América

Despidos indiscriminados y a voleo: la nueva política que impulsa el Gobierno de Argentina*

 No hubo una evaluación de su desempeño, ni un aviso de advertencia. Carolina Salvatore, una empleada de la Secretaría de Educación de Arge...