domingo, 11 de diciembre de 2011

Cristina Fernández asume su segundo mandato como presidenta de Argentina


Fue una jornada histórica para Argentina. Para su presidenta, Cristina Fernández, el día de ayer fue a su vez muy emotivo por la entremezcla de pasado, presente y futuro que entrañaba su reasunción como jefa de Estado.

Vestida todavía de luto, y escoltada por su nuevo vicepresidente Amado Boudou, la mandataria juró su cargo por Dios, por la patria, “y por él”, en lo que ya es una alusión habitual a su antecesor y difunto marido Néstor Kirchner. En su discurso ante la Asamblea Legislativa, la presidenta recordó la crisis que ahora tiene a Europa de rodillas, y destacó que si Argentina, que ya sufrió su debacle en 2001, ha sabido sortearla, es porque “nosotros no gobernamos con metas de crecimiento financiero, sino de trabajo y de empleo”.

Cristina Fernández atribuyó el progreso de su país a la industrialización, a la inversión social, al aumento de las exportaciones y a una integración regional que mira hacia el Sur. La presidenta también quiso reclamar a la Justicia, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, que acelerara los juicios contra los represores de la dictadura (1976-1983) para que “el próximo presidente que asuma no tenga que volver a mencionar esta parte del discurso” y así “hayamos podido dar vuelta por fin a una página tan triste de nuestra historia”.

Los actos de conmemoración, a los que acudieron varios dirigentes latinoamericanos, se trasladaron más tarde a la Casa Rosada [el palacio de Gobierno], donde la presidenta tomó juramento a su gabinete, que sólo cambia en tres ministros. Antes, durante y después, muy multitudinaria fue la fiesta en las calles del centro de Buenos Aires.

Celebración

Este sábado fue, en definitiva, un día especial para una nación que ha consagrado a Cristina Fernández no sólo como la primera mujer electa presidenta, sino también como la primera mandataria del continente americano que consigue ser reelegida. Con el 54% de los votos en los comicios del pasado 23 octubre, Fernández es también la gobernante que más apoyo electoral recibe desde el retorno de la democracia en 1983, y también desde esa fecha, es la primera vez que un mismo proyecto político se sostiene en el Gobierno por tercera vez consecutiva.

La presidenta dice haber encabezado el mayor periodo de crecimiento que ha tenido Argentina en sus 200 años de historia gracias, en gran parte, al modelo político que instauró Néstor Kirchner en 2003. Por aquel entonces Argentina apenas se sostenía en pie, malherida como estaba por la crisis de 2001-2002.

Ocho años más tarde, y con cierta confianza sobre sus perspectivas de desarrollo, el país es también consciente de que debe esquivar una crisis internacional muy dañina, y de que en ese contexto, su economía puede salir mal parada al depender todavía de la exportación de productos primarios como la soja.

Por eso la presidenta no perdió tiempo en comenzar su tercer mandato: ya decretó la restricción en la compra de dólares y ahora está reduciendo, de manera progresiva y para los sectores más acomodados, los subsidios a la electricidad, el gas y el agua, que mantenían los precios de hace una década. El objetivo ahora es impulsar una nueva ley de tierras que controle la tenencia extranjera y una legislación penal tributaria que evite la evasión fiscal.

Éste es parte del “proyecto nacional y popular” que identifican con el kirchnerismo, pero que es más que nunca cristinista.


* Artículo aparecido el 11-12-2011 en el diario español Público

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