lunes, 19 de enero de 2015

Nisman, el fiscal argentino que temió por su vida

BUENOS AIRES.- Argentina ha despertado conmocionada con el inesperado fallecimiento de quien venía ocupando las portadas de los diarios en estos últimos días: Natalio Alberto Nisman, de 51 años, conocido por ser el fiscal en la investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) que hace 21 años causó la muerte a 85 personas, sin que todavía hoy se sepa a ciencia cierta quién estuvo detrás de aquella masacre.


Agentes de policía trasladan el cuerpo sin vida del fiscal argentino Alberto Nisman. EFE/David Fernández
(David Fernández, EFE)

Era 2004 cuando el ex presidente Néstor Kirchner creaba una Unidad Especial de Investigación de la Causa AMIA y elegía a Nisman para ponerlo al frente, quien era hasta entonces fiscal de Morón, una localidad de Buenos Aires, y estaba casado con la jueza federal Sandra Arroyo Salgado, con quien tenía dos hijas.

La Unidad Especial de investigación se encaminó hacia lo que se denominó la pista iraní. Nisman admitió, hasta pocos días antes de su muerte, que el apoyo de Néstor Kirchner fue rotundo. En 2006, Nisman denunciaba públicamente al Estado del presidente Mahmud Ahmadinejad por presunta participación en el atentado, y daba también a conocer un listado de sospechosos.

Es aquí donde lo público se entremezcla con lo privado y en donde comienzan a abrirse las primeras incógnitas sobre el caso.

La embajada de Estados Unidos en Argentina informó a su Gobierno en 2008 de que el fiscal intentaba "congraciarse con la presidenta Cristina Kirchner mediante la persecución de sus enemigos políticos", tal y como revelaron después los cables filtrados por Wikileaks.
"Todos los caminos conducen al suicidio", afirman algunos dirigentes del Gobierno argentino
De acuerdo a las propias palabras del fiscal y reconocido además por el Gobierno, Nisman colaboraba de cerca con la Secretaría de Inteligencia (SI) para tratar de esclarecer el atentado. Era cercano al agente Jaime Stiusso, un histórico dirigente que llevaba 42 años trabajando para la Inteligencia, y que llegó a ser director general de Operaciones. Con él, Nisman trabajó durante una década, hasta que hace menos de un mes, Stiusso fue desplazado oficialmente y se retiró de los servicios de inteligencia para jubilarse.

Algunos medios apuntan a que Stiusso se había convertido en el enlace de la Secretaría de Inteligencia con la CIA y el Mossad.

Entre tanto, Nisman pedía la detención del ex mandatario Carlos Ménem y del ex juez Juan José Galeano, quien había estado al comienzo a cargo de la investigación de la causa AMIA y que en 2005 había sido destituido por tratar de obstruir la Justicia.

Con la llegada de Cristina Fernández a la presidencia del país, el nombre de Nisman comenzó a sonar como posible Procurador General de la Nación. El cargo no se formalizó y es ahí donde comenzó un alejamiento irreversible entre Nisman y el Gobierno, que tuvo su colofón cuando la mandataria negoció con Irán un memorándum de entendimiento en enero de 2013.

Con ese instrumento, los Gobiernos de Argentina e Irán acordaban una serie de indagatorias en Teherán a los principales sospechosos iraníes del atentado a la AMIA. Las negociaciones mantuvieron lejos a Nisman, que a los pocos meses de aquel memorándum al que él se oponía, acusaba a Irán públicamente de cometer actos terroristas en América Latina.

Acusaciones contra el Gobierno

 

Todo se precipitó en estos días, cuando Nisman apretó el acelerador y acusó a la presidenta de Argentina, y a otros dirigentes kirchneristas incluyendo al ministro de Relaciones Exteriores Héctor Timerman, de negociar una "embajada paralela" para garantizar "la impunidad de Irán" y conseguir a cambio beneficios económicos.

Algunas voces críticas contra Nisman levantaron el interrogante de qué vínculos tenía el funcionario con Estados Unidos, adonde quiso viajar para explicar ante el Congreso de ese país sus denuncias contra Irán. La Procuradora General de la Nación Gils Carbó no se lo permitió.

También se indicaba, en estas horas previas a su muerte, que era muy extraño que el fiscal apuntara contra Cristina Fernández y no contra los legisladores que firmaron el memorándum. Por ello, y para justificarse ante el Congreso argentino, Nisman debía presentarse este lunes ante una comisión para ampliar su denuncia.

Entre otras cuestiones, el fiscal afirmaba que tenía conversaciones grabadas gracias a la intervención del teléfono de un espía iraní que habló con dirigentes locales cercanos a la presidenta, como el diputado Andrés Larroque, el piquetero Luis D’Elía y líder de la organización Quebracho, Fernando Esteche, tratando de llegar a un acuerdo. "Con esto me juego la vida", dijo apenas hace unos días.

Nisman vivía en la torre Le Park, uno de los edificios más caros del barrio de Puerto Madero en Buenos Aires, en donde fue encontrado muerto esta madrugada. "Los efectivos de la custodia de Nisman, pertenecientes a la Policía Federal Argentina, habían alertado a su Secretaría en horas de la tarde de su falta de respuesta a los insistentes llamados telefónicos. Al constatar que el hombre tampoco respondía al timbre de la casa y que el periódico del domingo aún se encontraba en el palier, decidieron notificar a los familiares", destacó el Ministerio de Seguridad en un comunicado

La nota oficial prosigue: "El fiscal disponía de 10 efectivos de la Policía Federal Argentina para su custodia personal. La custodia entonces recogió a la madre de Nisman en su domicilio y la llevó a la torre Le Parc. Al intentar ingresar, la mujer constató que la puerta se encontraba cerrada con la llave colocada en la cerradura por dentro".

Entonces, "los familiares solicitaron entonces al personal de mantenimiento del edificio que convocaran a un cerrajero para ingresar al departamento".

"A primera hora de la noche, la madre ingresó a la vivienda acompañada por uno de los custodios, hallando el cuerpo de Nisman en el interior del baño de su habitación, bloqueando la puerta ingreso al mismo", continuaba el texto. En el departamento se encontró una pistola de calibre 22. 



Muchas especulaciones



El secretario de Seguridad de la Nación Sergio Berni es uno de los pocos dirigentes del Gobierno que se ha pronunciado sobre el caso, sugiriendo que "todos los caminos conducen al suicidio". Pero algunos comentan ya que el fiscal Nisman es el último muerto de la causa AMIA.

La noticia de su muerte ha dejado anticuados todos los ejemplares de los periódicos que este lunes se vendían en los kioscos, y que pese a todo llevaban de titular a Nisman a la espera de su comparecencia ante el Congreso.

Mientras la prensa trata de actualizarse, la política comienza a moverse con pies de barro. Todos saben que este día va a marcar a fuego un año muy movido políticamente, con elecciones locales, legislativas y presidenciales, sin que Cristina Fernández pueda postularse de nuevo, y sin que se sepa todavía cuál es el candidato oficial que apostará por sucederla en el Gobierno. 



*Artículo publicado el 19 de enero de 2015 en el diario español Público.

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