BUENOS AIRES. - Un nuevo nombre
aparece en el torbellino político y judicial que originó la inesperada
muerte del fiscal Alberto Nisman: Gerardo Pollicita, también fiscal, ha
imputado a la presidenta Cristina Fernández por encubrir a Irán en el atentado a la mutual judía AMIA de 1994, aunque no ha pedido por ahora su declaración indagatoria.
El funcionario ha decidido impulsar la investigación que su colega fallecido presentó contra la presidenta Cristina Fernández
cinco días antes de aparecer con un tiro en la cabeza en su
departamento. En el escrito que elevó al juzgado, Pollicita da curso a
la denuncia de Nisman, que involucra en el supuesto encubrimiento
a la mandataria, a su ministro de Relaciones Exteriores Héctor
Timerman, y a otros tres dirigentes cercanos a la presidenta: el
diputado Andrés ‘Cuervo’ Larroque, el ex piquetero Luis D’Elía y el
líder de Quebracho, Fernando Esteche.
Pollicita, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°11,
ha pedido en su requerimiento decenas de medidas de prueba. El dictamen
ha quedado ahora en el juzgado federal N° 3 del juez federal Daniel
Rafecas.
El secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, también advirtió al fiscal Pollicita que acusar a la presidenta conllevaría “una clara maniobra de desestabilización democrática".
El fiscal no ha solicitado la declaración indagatoria de la jefa de Estado, algo que sí buscaba Nisman, pero sí ha requerido información que sostenga lo que trascendió en grabaciones telefónicas interceptadas por los servicios de inteligencia y que son el eje en el que se sostenía Nisman para pedir las imputaciones.
En esas escuchas se oyen conversaciones entre el kirchnerista Luis D'Elía, y el referente religioso iraní Jorge "Yussuf" Khalil. En realidad, la denuncia de Nisman contra la presidenta se hizo pública tras su fallecimiento, pero ni los extractos de los diálogos (poco concluyentes de por sí), ni las acusaciones de encubrimiento (sin pruebas claras o evidencias confirmadas) sostienen la denuncia de Nisman.
Otro asunto que se plantea es qué sucederá con la investigación para la que Nisman había sido contratado hacía diez años: la pesquisa del peor atentado de la historia argentina sólo analizó desde el comienzo la supuesta responsabilidad de Irán en el ataque sin considerar otras pistas, y aceptó la tutela de los servicios de inteligencia nacionales y extranjeros que fueron los que guiaron la investigación del fiscal y la consiguiente denuncia contra la presidenta.
* Artículo aparecido el 13 de febrero de 2015 en el diario español Público.
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