El
líder opositor redujo la ventaja que logró hace dos meses en las
elecciones primarias pero consiguió destronar en primera vuelta al
presidente Mauricio Macri en su intento de ser reelecto por otros
cuatro años.
Argentina ha puesto
punto final a la gestión del presidente Mauricio Macri con las
elecciones generales que se han celebrado el domingo en todo el país.
El dirigente peronista Alberto Fernández, que compitió con la
expresidenta y senadora Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015)
como compañera de fórmula, se
ha convertido en presidente electo al obtener
más del 48 % de los votos.
Con una participación
que superó el 80 % en un país de 44,9 millones de habitantes, el
líder de la alianza opositora Frente de Todos obtuvo 12,4 millones
de sufragios, mientras que el presidente Mauricio Macri, referente
del espacio Juntos por el Cambio, recibió dos millones menos de
apoyos.
Tras
una campaña electoral muy polarizada, el
actual mandatario mejoró su desempeño con respecto a las elecciones
primarias del 11 de agosto, cuando el binomio Fernández se impuso
por más de 15 puntos porcentuales de diferencia.
En esta oportunidad,
Macri y su candidato a vice, el senador peronista Miguel Ángel
Pichetto, recortaron la ventaja a la mitad al alcanzar más de 2,3
millones de nuevos votos, mientras que el peronismo aglutinado en el
Frente de Todos sumó sólo 267.700.
Pese a mejorar su
desempeño, el oficialismo
no pudo retener la principal provincia del país,
Buenos Aires, donde vive casi el 40 % de la población. La actual
gobernadora, María Eugenia Vidal, perdió con el 37,3 % de las
papeletas frente al respaldo del 52,2 % que sacó el exministro de
Economía Axel Kicillof, un porcentaje similar al que consiguió
Fernández en este distrito.
La ciudad de Buenos
Aires, en cambio, continuará como bastión macrista al conseguir su
reelección el delfín del mandatario, Horacio Rodríguez Larreta,
que en 2015 sucedió al actual presidente al frente de la alcaldía.
La segunda provincia de
Argentina en importancia por la que el oficialismo no oculta su
predilección, Córdoba (centro), otorgó a Macri más de 30 puntos
de ventaja sobre Alberto Fernández. El gobernante también fue el
más votado en otras cuatro provincias: Entre Ríos (este), Mendoza
(oeste), Santa Fe (centro-este), y San Luis (centro). Fernández
conquistó las otras 17 jurisdicciones del país.
En estas elecciones
también se renovaban la mitad de los escaños en la Cámara de
Diputados y un tercio de las bancas del Senado. El peronismo logró
lo que no tuvo el actual Gobierno en esta legislatura: mayoría
propia en la Cámara Alta, que será presidida por Cristina
Fernández. No será así en la Cámara Baja, donde las dos fuerzas
principales están prácticamente empatadas.
Lo que viene
En un gesto de
responsabilidad institucional ante la grave crisis económica y
social que atraviesa el país, Mauricio Macri reconoció enseguida
la victoria de Alberto Fernández y lo invitó a desayunar este
lunes en la sede del Ejecutivo, la Casa Rosada, para facilitar la
transición de cara al 10 de diciembre, cuando las nuevas autoridades
tomarán posesión de su cargo.
Los dos dirigentes
intentan así evitar que el país se vea envuelto en una nueva
zozobra financiera cuando comiencen a operar los mercados. Tras las
elecciones primarias que tuvieron lugar hace casi tres meses, el peso
argentino se depreció en sólo una semana 23,3 %, lo que a
continuación encareció los bienes y servicios en una nación que ya
arrastra una inflación interanual del 53,5 %.
Atento a esto, el Banco
Central anunció a medianoche que hasta diciembre las personas
físicas sólo podrán adquirir 200 dólares mensuales si tienen
cuenta bancaria, y 100 dólares si pretenden adquirir la divisa en
efectivo. Hasta ahora regía un límite de compra de 10.0000 dólares
por mes, entre otras restricciones que, por ejemplo, obligan a
pesificar el cobro de servicios en la moneda estadounidense.
La necesidad de
alcanzar consensos se pone a prueba ante una recesión
económica que ha empujado a la pobreza a
cuatro millones de personas en el último año y ante el ajuste en
las cuentas públicas al que obliga el Fondo Monetario Internacional,
que accedió el año pasado a prestarle a Argentina el mayor crédito
que ha otorgado en su historia: 56.300 millones de dólares.
Lo ha advertido la
vicepresidenta electa tras conocer el triunfo de su espacio: el
próximo Gobierno “va a requerir de esfuerzos inimaginables”
ante una “una provincia (Buenos Aires) y un país arrasado más
allá del marketing”. Lo ha reconocido también Alberto Fernández.
“Los tiempos que vienen no son fáciles”, admitió ante una
militancia eufórica que bailaba y celebraba su victoria.
* Artículo publicado en el diario Público de España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario