viernes, 14 de febrero de 2020

Ministerio de Justicia obstaculiza el interrogatorio a Martín Villa de la justicia argentina


La jueza argentina María Servini no viajará a España para tomar la declaración indagatoria del exministro franquista el próximo 20 de marzo, tal y como había pedido a través del Ministerio de Relaciones Exteriores de su país.
 
La dilación es la invitada permanente en la causa argentina que investiga los crímenes del franquismo. La jueza María Servini se ha visto obligada a postergar la declaración indagatoria del exministro de la transición Rodolfo Martín Villa que tenía previsto realizar el 20 de marzo en la Embajada argentina en Madrid, según confirmaron fuentes de su juzgado a esta periodista.
En esta ocasión, las trabas han surgido del Ministerio español de Justicia. La cartera que dirige el ministro Juan Carlos Campo rechazó la pretensión de la magistrada de interrogar el próximo mes a Martín Villa por no haber librado un exhorto internacional en el marco del tratado bilateral de extradición y asistencia jurídica suscrito entre España y Argentina en 1987.
La titular del Juzgado Criminal y Correccional nº 1 de la capital argentina había tramitado a través de la Cancillería argentina una solicitud formal que se canalizó a través del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, quien a su vez trasladó el pedido al Ministerio de Justicia.
La magistrada intentó desde un comienzo que fueran los jueces españoles los que tomaran la declaración indagatoria del exministro franquista. El juzgado de instrucción n.º 5 asignado por sorteo, a cargo del juez José de La Mata, repitió la cantinela que forma parte de la liturgia española para bloquear la pesquisa de la justicia argentina: que los crímenes del franquismo se encuentran caducados, aun cuando el derecho internacional reconoce la imprescriptibilidad de los delitos de lesa humanidad.
Pero dado que el propio Martín Villa había manifestado su intención de declarar ante la jueza Servini, el juzgado de instrucción n.º 5 recomendó que la declaración indagatoria se realizase en el consulado argentino en Madrid. Cuando la magistrada avanzó con esa solicitud y fijó la fecha del interrogatorio para el 20 de marzo, el Ministerio de Justicia exigió que el pedido se tramite a través de un exhorto internacional.
Dilación permanente
El juzgado de Servini ha perdido la cuenta de la cantidad de exhortos que han sido rechazados, diferidos o dejados sin efecto por la justicia o el Gobierno español. Sucedió desde el nacimiento de la investigación, el 14 de octubre de 2010, cuando Servini se dirigió por vía diplomática al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para averiguar si se estaban investigando en España los crímenes franquistas.
La Fiscalía General del Estado tardó casi un año en contestar. En su respuesta el 28 de junio de 2011, el organismo informaba en un documento sin firma que se habían tramitado diversos casos. Su réplica fue objetada por la querella de la causa, por el exjuez Baltasar Garzón y por organismos como Amnistía Internacional, que recordaron que en España no se habían investigado jamás los delitos de la dictadura.
La falta de colaboración de las autoridades españolas ha sido una constante desde entonces. La Fiscalía y la Audiencia nacional se opusieron en 2014 a la extradición de cuatro agentes de seguridad del régimen acusados de torturas, entre ellos el expolicía Antonio González Pacheco, conocido como Billy El Niño.
Ese mismo año, el Estado español ignoró la orden internacional de detención dictada por la jueza contra 20 imputados en el expediente, de los cuales ya fallecieron cinco.
En 2016, la jueza intentó viajar a España hasta en tres ocasiones para interrogar a Martín Villa, a Billy el Niño, y al exministro José Utrera Molina, quien falleció al año siguiente sin que nunca llegara a rendir cuenta de las acusaciones en su contra. En su afán dilatorio, el Ministerio de Justicia requirió el listado de preguntas que tenía previsto hacer la magistrada, lo que obligó a posponer una vez más las indagatorias. Meses después, la Fiscalía General del Estado a cargo de Consuelo Madrigal reveló sus cartas al ordenar a las fiscalías provinciales que suspendieran la declaración de los querellantes que habían sido citados en diversos juzgados españoles en virtud de la petición de Servini.
La instrucción de la exfiscal general todavía no ha sido anulada. Entre tanto, el juzgado de Servini enviará un nuevo exhorto, tal y como reclama el Ministerio de Justicia, para poder interrogar a Martín Villa, imputado en Argentina por el "homicidio con la circunstancia agravante de haber sido cometido con el concurso premeditado de dos o más personas", un crimen que puede acarrear prisión perpetua.
En las querellas individuales que se incorporaron con posterioridad al caso se le imputan además los delitos de privación ilegítima de la libertad, torturas y lesiones graves. Todos estos delitos pueden investigarse por el principio de justicia universal reconocido en el derecho internacional y en la propia Constitución de Argentina que permite que cualquier país pueda investigar crímenes de lesa humanidad con independencia de quiénes sean sus víctimas o dónde se perpetraron los delitos.
Atenta a esta situación, la Coordinadora  Estatal de Apoyo a la Querrella Argentina (CEAQUA) ofrecerá este jueves una rueda de prensa en Madrid para denunciar la injerencia del Gobierno español ante la investigación que intenta esclarecer los crímenes de lesa humanidad perpetrados entre julio de 1936 y junio de 1977, fecha de las primeras elecciones democráticas.

* Artículo original publicado en el diario español Público.





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