¿Qué pasaría si un ministro del Gobierno de Hamas en la franja de Gaza dijera que para acabar con los problemas en Oriente Medio habría que matar al primer ministro israelí, Ehud Olmert? Tendría garantizada, para empezar, la portada de todos los periódicos, y no pocos editoriales. Los telediarios abrirían con las declaraciones del ministro, y enseguida se dedicarían a buscar reacciones en la comunidad internacional, y dejarían que la parte aludida, haciendo gala de buen periodismo, opinara al respecto.
Sin duda, resurgiría con más fuerza el término “terrorista” aplicado a Hamas, y muchos analistas políticos asegurarían que las afirmaciones del ministro, precisamente por venir de un miembro del Gobierno palestino, explican muy bien la necesidad que tiene Israel de defenderse, así sea a bombazos.
La aseveración propuesta como ejemplo al principio de estas líneas existe. Provienen del ministro de Construcción y Vivienda de Israel, Ze'ev Boim, que aseguró este miércoles a la radio del Ejército israelí que el próximo objetivo del país debe ser asesinar al primer ministro de Hamas, Ismail Haniyeh.
Por si pudiera parecer fuera de lugar su amenaza, procedió a explicarse: “mientras Hamas gobierne en Gaza y siga practicando su terror desde allí, no sólo contra Israel sino contra la población civil en la franja, los cohetes continuarán golpeando Israel”.
Las consecuencias del asesinato también han sido tenido en cuenta por el ministro de Construcción y Vivienda. Según él, la muerte de Haniyeh podría provocar una reacción similar a la que siguió a un ataque aéreo israelí en 2004, que acabó con la vida del líder y mentor espiritual de Hamas, Sheikh Ahmed Yassin: cierto malestar internacional y un periodo de perplejidad.
Es decir, y en lenguaje llano: aguantamos el chaparrón y a otra cosa, mariposa.
Este espectacular atrevimiento por parte de un miembro de la Administración israelí no pasó desapercibido entre sus propias filas. En seguida saltó a la palestra el ex jefe de las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF), que le reprochó en público, pero no por desear la muerte de un ministro de un Gobierno elegido por el pueblo palestino, sino por hacerlo público: “Nosotros tenemos varias opciones, y en lugar de Boim, yo no las habría traído ante el escrutinio público”.
Las declaraciones del ministro de Construcción y Vivienda, sin embargo, no son novedad. En el comienzo de la campaña electoral previa a las elecciones que celebrará Israel este martes, el ministro de Transportes israelí amenazó con matar no sólo a Haniyeh, sino también a otros líderes de Hamas. Haniyeh, además, tiene un triste antecedente de no hace muchos días. El 15 de enero de 2009, mientras invadían y bombardeaban Gaza, el Ejército israelí asesinó al ministro del Interior, Said Siam.
Ismael Haniyeh escribía hace unas semanas, en el diario británico The Independent, lo que realmente quería Hamas: “Israel debe finalizar su guerra criminal y la matanza de nuestro pueblo, levantar completamente e incondicionalmente su sitio ilegal de la Franja de Gaza, abrir todos los pasos fronterizos y retirarse completamente de Gaza”. Esas eran sus condiciones, “claras y sencillas”.
A finales de enero, además, pedía una reconciliación entre su movimiento y Al Fatah, la organización que creó Yasser Arafat y que hoy lidera Mahmud Abbas. También manifestó su deseo de que mejoraran las relaciones con Estados Unidos.
En contraste con el que debe ser el “próximo objetivo” de Israel, según un ministro del Gobierno de este país, cabe resaltar, por último, una reciente entrevista de Haniyeh con la cadena AlJazeera, en la que manifestaba cuál era “el principal objetivo” de Hamas: la reconciliación.
PD: Conste mi sorpresa de que no he encontrado ninguna información sobre todo esto en la recién mencionada cadena árabe. Hay un extensa noticia en el periódico israelí Haaretz, que ha sido simplemente traducido y distribuido por la agencia EFE, llegando a diarios como Público. Aunque en esta ocasión se explica que sólo pueda acudirse a una fuente, dado que esta noticia ha sido dada a conocer a partir de Haaretz, me pregunto cuántas veces se hace calco exacto de lo que dice sólo una de las partes.
No me asombra tanto lo siguiente: exceptuando Público y La Vanguardia, el resto de los rotativos principales de España –El País, El Mundo, La Razón o ABC–no han mencionado las declaraciones del ministro de Construcción y Vivienda israelí. Tampoco he encontrado ninguna nota de la agencia Europa Press. Y claro está que las cadenas de televisión y radio se han ocupado, al menos en el día de hoy, de otras noticias más fabulosas.
jueves, 5 de febrero de 2009
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