Hoy se cumplen tres años del corte de uno de los puentes que une Argentina con Uruguay. La Asamblea Ambiental de la ciudad argentina de Gualeguaychú decidió bloquearlo como forma de protesta contra la instalación de la papelera Botnia al otro lado del río, en la ciudad uruguaya de Fray Bentos.
El conflicto, sin embargo, dura ya seis años. Argentina y Uruguay, distantes en sus relaciones diplomáticas desde entonces, enfrentan el caso ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que dará su veredicto en 2010. Argentina enseña los dientes porque está harta de blandir en mano el Estatuto del Río Uruguay, un documento firmado por ambos países en 1975 por el que se comprometían a consultarse ante cualquier decisión que pudiera afectar el que es el límite natural de ambos países.
Son muchos los que hablan del corte del puente, pero no tanto de las razones. Fue una de las resoluciones que adoptó la Asamblea de Gualeguaychú para encarecer la llegada de materias primas a la planta de celulosa. Botnia utiliza la tecnología Kraft, que estará prohibida en Europa a partir de 2018. “Ya se han presentado en la Haya una serie de estudios del estado del Río Uruguay realizados antes de que empezara a funcionar Botnia, lo que ha sido único en el mundo porque en otros lugares donde se han instalado papeleras, como en Valquiria (Chile) o Pontevedra (España), no hubo estudios previos”, comentaba en una entrevista (que aparecerá próximamente) el asambleísta Raúl Subías. “Acá se hizo un estudio del río antes de que empezara a funcionar y luego se ha realizado un monitoreo por la parte argentina”.
¿El resultado? La contaminación salta a la vista. "Botnia produce un millón y medio de toneladas de celulosa, y utiliza 86 millones de litros diarios de agua gratuita que devuelve al río contaminada", explicaba Subías. "Acá prometieron 5.000 puestos de trabajo. Al final sólo trabajan 200 personas, y 30 son de Fray Bentos. No queremos que contaminen nuestra región, es tan sencillo como eso".
En la prensa tampoco se comenta el contrato de recíproca inversión entre Uruguay y Finlandia, injusto porque la capacidad que tiene Finlandia para meter sus industrias en Uruguay no tiene comparación con la que puede poseer Uruguay, cuya economía se basa sobre todo en agricultura y ganadería.
Con la instalación de Botnia Uruguay permite que el mundo desarrollado utilice el Sur como vertedero. Aquí se descubre la doble moral de países como Finlandia (y España, que también pretendió instalarse en Fray Bentos con la papelera ENCE), porque se van a países menos industrializados para hacer las maldades que ya no pueden hacer en los suyos. Y se advierte la docilidad de países como Uruguay, que permiten que su territorio sea utilizado de muladar. Son ganas de no hacerse respetar.
Pero atentos. Algunas empresas esperan ansiosas el resultado de las elecciones uruguayas que se celebrarán el próximo 29 de noviembre. Hay al menos cuatro proyectos de construcción de pasteras que están preparados para la carrera, calentando motores y esperando a que gane el candidato del Partido Nacional, Luis Alberto Lacalle. Neoliberal donde los haya, Lacalle sueña con un Uruguay convertido en el jolgorio de las industrias papeleras.
Y si resulta elegido el candidato del Frente Amplio, Pepe Mujica, tampoco hay por qué alarmarse. Izquierdista en un antaño, ahora ve con ojos cándidos la papelera Botnia. “Total, si fueran tan malas,” dijo una vez, “la gente dejaría de usar papel”.
Para los que todavía tengan dudas, como Mujica, no hay cómo acudir a la página web de los Asambleístas. No se trata sólo de un puente cortado, ni de las rencillas entre dos países hermanos por el incumplimiento de un tratado. Hablamos del respeto a un Sur que no tiene que ser el basurero del Norte, y de un maltrato continuo a los recursos naturales que va a ser una de las tragedias que tendremos que afrontar en el siglo XXI. A ver de qué sirve, para entonces, tanta codicia miserable.
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Querida Ana:
ResponderEliminarOjo con caer presa de la desinformación interesada de Argentina versus el Uruguay.
Creo que te faltan claves muy importantes para evaluar el trasfondo de la supuesta causa ecologista que desencadenó las protestas, los bloqueos, llegando hasta plantearlo ante tribunales internacionales.
Más aun te sugiero cautela a la hora de una interpretación paternalista sobre la supuesta (in)capacidad de los países del sur frente a empresas del norte que hacen "el mal".
Por último un detalle de precisión: las elecciones en Uruguay ya se celebraron y el 29 es la segunda vuelta de la cual nadie, ni la misma derecha, duda que salga victorioso el Pepe Mujica. Y acerca de Mujica: también MUCHA más cautela y, ante todo, respeto, ya que si sabes algo de su pasado y de su integridad como persona, no sólo como político, no queda reflejado en tus líneas.
Ojo con lo que fácilmente podría considerarse soberbia, con difundir opiniones y valoraciones cuando constato importantes lagunas informativas. Es el grave riesgo de los blogs, que el rigor a veces se queda por el camino, víctima de las ganas de opinar, con demasiada precipitación como es el caso.
Creo recordar que ya te advertí de eso en clase...
Un abrazo de Marcelo
Querido Marcelo:
ResponderEliminarNo sabía que fuera una sorpresa que las empresas del Norte tienden a transferirse al Sur, donde las leyes y las regulaciones son mucho más flexibles. No se trata de capacidad. Podemos hablar de la Shell en Nigeria, de Nike en el sudeste asiático o de Texaco en Ecuador. No creo que se trate de una concepción paternalista. Precisamente abogo porque el Sur se desarrolle sin necesidad de que el Norte venga a decirle lo que está bien o lo que no. Que se industrialice de acuerdo con sus necesidades, y sin depender de los intereses de Europa o Estados Unidos.
Respecto a las claves que me faltan para evaluar el daño que causa Botnia quizá tú tienes datos que aportar. La próxima semana viajo a Fray Bentos y a Gualeguaychú, no obstante, para que me cuenten de primera mano cómo lo viven ellos. Pero yo no dudaría de las implicaciones ecológicas de Botnia, ni del origen de las protestas. Están de sobra demostradas. Otra cosa es que cada uno esté de acuerdo con la postura de cortar el puente, o no.
Tampoco me he referido a Mujica de ninguna manera despectiva. He comentado lo que dijo en una conferencia de prensa en la que yo estaba presente, y por otra parte, su apoyo a la papelera Botnia es bien conocido. No señalo nada más de él. Aunque si se trata de defender a ojos cerrados, sin poder asomar ninguna crítica, a un candidato que se presenta como el más afín a nuestra ideología, permíteme que discrepe. Yo recuerdo y estudié, cuando él era ministro de Ganadería Agricultura y Pesca en el Gobierno de Tabaré Vázquez, tanto su política como su confrontación abierta con el ministro neoliberal del Ejecutivo, el que, vaya por dónde, será ahora su mano derecha cuando él seguramente gane las elecciones. ¿Recuerdas cuando criticaba a Danilo Astori por preferenciar los pagos de los intereses de la deuda externa en detrimentro del agro? No hace tanto tiempo de aquello, Marcelo.
Blogs habrá de todo tipo. Yo me esfuerzo porque el mío sea informativo. Si hay algo incorrecto o falso que yo haya dicho, no tienes más que argumentarlo, que estaré encantada de rectificar lo que sea preciso.
Otro abrazo.
Ana
Está muy bien lo de advertir sobre no caer en la soberbia y acabar con un comentario como:
ResponderEliminar"Creo recordar que ya te advertí de eso en clase..."
Nada soberbio, no.