miércoles, 14 de abril de 2010

Los crímenes franquistas llegan a la Justicia argentina*

La querella que se presentó ayer en Argentina para que se juzguen los crímenes del franquismo parece haber caído en buenas manos. La jueza que ha recibido la causa se llama María Servini de Cubría y fue la primera magistrada del país en permitir la restitución de niños apropiados durante la dictadura argentina. Una razón más para que los familiares de las víctimas del franquismo recuerden el día de ayer como una jornada histórica.

El 79º aniversario de la proclamación de la II República se celebró así en Argentina: con la presentación de esta denuncia en los tribunales de Buenos Aires que por primera vez permitiría la investigación de los crímenes cometidos durante el franquismo aplicando al principio de jurisdicción universal.

Los querellantes particulares de esta causa se llaman Darío Rivas, de 91 años, hijo de un alcalde de la localidad Castro Rei (provincia de Lugo) que fue asesinado en 1936; e Inés García Salgado, que defiende en esta causa a tres familiares: un tío desaparecido y dos tíos abuelos fusilados. Los dos han sido arropados por diversas asociaciones que los acompañan en esta causa.

“Esto ha despertado una enorme expectativa. Es posible quebrar la impunidad”, comentó Carlos Slepoy, abogado argentino residente en España que representará ante la Justicia española a los familiares de las víctimas del franquismo. “Hay que terminar con el mito de que hubo una lucha fratricida en España en España en donde se enfrentaron dos bandos que cometieron aberraciones. Lo importante es determinar quién provocó esto y por qué. Lo que hicieron los republicanos fue defenderse, tratar de evitar el genocidio”, señaló.

Cuatro son los abogados que comenzaron a trabajar en la querella a finales del año pasado: los argentinos David Baigud, Ricardo Huñís, Beinusz Szmukler y Máximo Castells. “Hemos promovido la querella por la comisión de delitos de genocidio y lesa humanidad cometidos”, indicó este último letrado. “Estamos solicitando que la investigación abarque desde el 17 de julio de 1936 hasta el 15 de junio de 1977, fecha de las primeras elecciones libres y parlamentarias”.

Castells expresó su esperanza de que esta primera denuncia sirviera de “puntapié” para la aparición de nuevas querellas. “Hagamos una suerte de ola que alcance a otras naciones, para que se presenten también en esta querella ciudadanos españoles que viajen a Argentina y expliquen así la pérdida de sus seres queridos”, pidió el abogado. “La bandera que se lleva en este caso es conocido por todos: la idea de justicia universal”.

Los abogados querellantes han solicitado también la creación de una comité especial que investigue todas las pruebas que hayan sido destruidas en España.


Una de las intervenciones más esperadas durante la presentación de la querella fue la de Santiago Macías, vicepresidente de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica, que habló de cuál era para él la verdadera prevaricación de la Justicia española: “Nosotros hemos abierto 150 fosas comunes en 10 años, hemos recuperado unas 1.300 personas, a la inmensa mayoría les hemos puesto nombre y apellido, y sólo en tres exhumaciones tuvimos presencia judicial, aunque la Ley de Enjuiciamiento Judicial obliga a los jueces a estar presentes”, denunció. “Posiblemente muchos de los que presionan a Garzón aplauden la falta de jueces en las exhumaciones”.

La contradicción española

Macías agradeció a Argentina la acogida que tuvo hacia los republicanos exiliados, a los que definió “embajadores de la dignidad”, y recordó que España ha firmado numerosos acuerdos internacionales que instan a investigar los crímenes de lesa humanidad. “Nos hemos ido a otros países a dar lecciones, y ahora que nos toca a nosotros estamos dando una imagen que dice muy poco de la democracia española” precisó.

El vicepresidente de la Asociación manifestó su deseo de que se derogue la Ley de Amnistía de 1977 con el fin de que se pueda “hablar abiertamente de los niños robados durante la dictadura al igual que Argentina, para que hablemos de la transición española que ha convertido a Manuel Fraga en un héroe de la democracia y a un preso político como “Marcos Ana”, que es el Mandela español, en un tremendo desconocido para mucha gente”. Así recordaba Macías al poeta republicano Fernando Macarro Castillo, que estuvo 23 años preso en las cárceles franquistas.

“Éste es un día que ninguna persona de bien puede dejar de acompañar”, indicó la presidenta de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. El aplauso cerrado de los asistentes terminó con un grito unánime: “olé, olé, olé, olá, adonde vayan, los vamos a buscar”.


* Aparecido el 15-04-2010 en el diario español Público

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