No ha generado mucho estruendo el discurso con el que el escritor peruano Mario Vargas Llosa inauguró el pasado jueves
Sí que quiso, a pesar de todo, esbozar alguna idea discrepante sobre la política del país que le acogía. “Hablo de
Ante unas 800 personas que habían recibido su invitación propia, hasta dedicó unas palabras amables a la presidenta Cristina Fernández, a la que en su día definió como “un desastre total”. De entrada, hizo mención a la controversia que precedió su visita, y que surgió cuando un grupo de intelectuales manifestaron su irritación por el hecho de que Vargas Llosa fuera a inaugurar
Pero no faltó la crítica encubierta. “Ojalá que esta toma de posición en favor de la libertad se contagie a todos sus partidarios y que guíe su propia conducta como gobernante”, expresó. Conocido por sus ataques al Gobierno kirchnerista, el escritor expuso alguna de sus razones. “A principios del siglo XX, el modelo educativo de
El autor de Conversaciones en
A lo largo del tiempo, sentencias como ésta han siempre ofendido al Gobierno, y el jefe de gabinete de ministros Aníbal Fernández procuró, horas antes de que el escritor ofreciera su charla magistral, que quedara clara la antipatía que le despierta Vargas Llosa. “Me hace sentir un poquito de vergüenza ajena que vengan a otro país a decir estas estupideces”, sostuvo.
El funcionario dirigió el mismo varapalo al filósofo Fernando Savater, que la semana pasada equiparó el peronismo con el franquismo. “¿Qué tienen que opinar del peronismo? ¿Qué tiene que ver el peronismo con el franquismo? Cerrá el pico, papi. Metete en lo tuyo y andá a opinar a España”, fulminó.
* Artículo aparecido el 23 de abril de 2011 en el diario español Público.
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