domingo, 14 de agosto de 2011

Fernández mide la fuerza de sus rivales en las urnas

Por primera vez en su historia, unos 28,8 millones de argentinos eligieron en las primarias de ayer a los candidatos que competirán en los comicios presidenciales y legislativos del 23 de octubre. Definidas por algunos medios como "un salto al vacío" porque no se sabe para qué sirven ni qué significan, estas elecciones se revelan como el mejor termómetro para calcular la verdadera proyección de los aspirantes a la Casa Rosada.

Como cada alianza presentó un solo candidato para evitar la competencia interna, los comicios dilucidarán si hay algún opositor con el suficiente apoyo que pueda desafiar a la presidenta, Cristina Fernández, aspirante a la reelección y líder en todas las encuestas. Debido al sistema presidencialista, es posible que algunos votantes se decanten por un dirigente para la Jefatura de Estado, pero luego, con el fin de equilibrar fuerzas, prefieran en el Parlamento una fuerza distinta, ya que también están en juego 130 diputados y 24 senadores nacionales.

Éste es un año en el que muchas provincias eligen a sus gobernadores y legisladores locales. Los afines al Gobierno han ganado seis de los 11 comicios celebrados, pero las primarias darán un panorama más lúcido de quiénes, a nivel nacional, tienen posibilidades de alcanzar la presidencia.

Cristina Fernández espera conseguir al menos el 40% del apoyo electoral, lo que reduciría al mínimo las esperanzas del resto de sus contrincantes. Basta que la jefa de Estado le saque diez puntos a su inmediato rival en las elecciones presidenciales o que consiga el 45% de los votos para que evite la segunda vuelta y, así, se consagre en el Gobierno por cuatro años más.

Dos alternativas de peso

Debilitada y fragmentada, la oposición tiene dos candidatos que resuenan con relativa fuerza. Uno es el diputado Ricardo Alfonsín, hijo del primer presidente que conoció Argentina después de la dictadura: Raúl Alfonsín. Se presenta por la Unión Cívica Radical (UCR), un espacio político histórico, fundado a finales del siglo XIX, el único en hacerle sombra al peronismo.

Le sigue en intención de voto, por detrás de Fernández, el expresidente Eduardo Duhalde, mentor del difunto marido y antecesor de la actual mandataria. Espera, desde el peronismo opositor al kirchnerista, captar el voto que reniega del Frente para la Victoria (FPV), la coalición oficialista.

La oposición intenta no perder fuelle y recuerda que en las elecciones locales salió malparado: Mauricio Macri repite en la alcaldía de Buenos Aires y en la provincia de Santa Fe quedaron terceros. Ambas plazas son el tercer y el cuarto distrito electoral más grandes del país. El segundo más importante es la provincia de Córdoba, donde ganó hace una semana un peronista distanciado del Ejecutivo.

El primero, donde vive el 37,5% del padrón electoral, es la provincia de Buenos Aires, una zona en la que el oficialismo siempre ha tenido un gran apoyo popular. Hasta el 23 de octubre no se celebrarán las elecciones provinciales en esta región, y lo mismo sucede en Entre Ríos, San Juan y San Luis. En las cuatro jurisdicciones se celebraron ayer primarias para los cargos provinciales que se elegirán en otoño. Pero estaba previsto que los resultados se conociesen de madrugada.


* Artículo aparecido el 14-08-2011 en el diario español Público

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