Las elecciones presidenciales y
parlamentarias que ayer se celebraron en Argentina marcarán varios
hitos a ser recordados. Dado que se da por descontada la reelección
de la presidenta Cristina Fernández en la primera vuelta de estos
comicios, ésta será la primera vez desde el retorno de la
democracia en 1983 que un Gobierno del mismo signo político es
elegido tres veces consecutivas en las urnas. El oficialista Frente
para la Victoria (FPV), representante del kirchnerismo y en el poder
desde 2003, tendrá de este modo garantizada su presencia en el
Gobierno hasta 2015.
El apoyo electoral inédito que ha conseguido, casi un 54%, la ha convertido además en la presidenta más votada por los
argentinos en los últimos 18 años.
Con la certeza de que revalidaría su
cargo, la mandataria Cristina Fernández acudió ayer a votar a la
ciudad natal de su difunto marido y antecesor, Néstor Kirchner
(2003-2007), con todo el peso emocional que eso implicaba para ella.
Desde Río Gallegos, en la provincia sureña de Santa Cruz
(perteneciente a la Patagonia) la jefa de Estado reconoció la
intensidad agridulce con la que vivía la jornada electoral.
"Lo vivo de muchas maneras, desde
todos los roles que cumple una persona. Emocionalmente es un momento
muy particular, soy la presidenta, soy militante, pero sobre todas
las cosas soy una mujer”, contó, tras emitir su voto, a los medios
de comunicación que la esperaban. “Soy la mujer de un hombre que
marcó definitivamente la vida de la política argentina y que ha
ingresado definitivamente en la historia".
Es habitual que en todos sus discursos
Cristina Fernández recuerde a Néstor Kirchner, el hombre que
comenzó un proyecto político del que ahora ella es garante. Este 27
de octubre, además, se cumple el primer aniversario de su
muerte.“Sus dos amores más grandes fueron su familia, y su
vocación de trascendencia de formar parte de la historia” dijo con
la voz temblorosa. “Bueno, lo logró”.
Antes que ella votaron los otros seis
aspirantes a la presidencia, resignados ante la imponente victoria
que las encuestas le adjudicaban a Cristina Fernández en esta
primera vuelta y que ya fue confirmada en las elecciones primarias
del pasado 14 de agosto, unos comicios inéditos en los que los
argentinos eligieron qué candidatos podían presentarse en estas
elecciones.
Además de elegir al nuevo presidente y
vicepresidente, los 28,6 millones de argentinos habilitados para
votar debían renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio
de los 72 escaños del Senado. El Gobierno sólo espera que la
popularidad de su presidenta le permita ahora
recuperar la mayoría
parlamentaria que perdió en las elecciones legislativas de 2009.
La anécdota del día, por otra parte,
la brindó el expresidente Fernando De la Rúa, que pidió
“disculpas” por los “errores” que le obligaron a dimitir en
diciembre de 2001, en plena crisis política y social.
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