Merkel llega para participar en la cumbre hispano alemana
que se celebrará en el palacio de la Moncloa, sede del
Gobierno español. Allí, y ante la presencia de un centenar de
empresas de ambos países, propondrá la creación de “miniempleos”,
o "minijobs", como solución a la
desocupación en España, que en
el último año ha pasado a afectar a medio millón más de personas.
Más sangrante son las cifras de desempleo que atañen a los
jóvenes: casi el 53% no encuentra trabajo.
Pero Alemania tiene una propuesta que ha probado en su territorio:
contrarios precarios con una remuneración que está por
debajo del sueldo mínimo establecido por el Gobierno.
A ese tipo de trabajo están abocados uno de cada cinco
alemanes, el 20%
de los 41 millones de personas asalariadas en el país. Eso
significa que de acuerdo con la Agencia de Empleo alemana, 7,3
millones de alemanes reciben en Alemania un salario máximo de 400
euros al mes.
Desde 2003, 1,6
millones se han visto en la necesidad de incorporarse a este tipo
de trabajo precarizado. Y dos de cada tres son mujeres. A
cambio, el trabajador no paga impuestos y las contribuciones sociales
son voluntarias y en cualquier caso, de menor cuantía.
¿De qué sirven los miniempleos? De entrada, son útiles
para maquillar las cifras de desocupación, que en
España son de sonrojante preocupación. En Alemania, casi 800.000
jubilados tienen una de estas "pseudo
ocupaciones" que les permite sumar algunos euros
para llegar con más holgura a final de mes. Algo a tener en cuenta
en un país en el que un pensionista que en 2000 ganaba 1.035 euros vio
cómo en 2011 esa cifra quedaba reducida a 953
euros.
"Debe tenerse en cuenta que 120.000 de ellos tienen
más de 75 años", explicó Ulrike Mascher, presidenta
del organización
social VdK, al diario alemán Süddeutschen
Zeitung.“No son precisamente profesores universitarios que
quieren trabajar más tiempo. Se trata más bien de jubilados que
reparten periódicos, llenan las estanterías de supermercados y
practican otros oficios poco atractivos para mejorar sus pensiones".
Los miniempleos permiten cotizar para la
jubilación, pero la pensión a la que pueden acceder los
trabajadores una vez se retiren (que por ley es a los 67 años) es
irrisoria: 3,11 euros de pensión al mes por cada año
trabajado. Trasladado a la vida real, eso significa que una
persona que haya trabajado como camarero durante 45 años bajo esta
modalidad, y que a la vez cotice a la seguridad social, tendrá al
jubilarse una pensión mensual de 139,95
euros, según un informe del Ministerio de Trabajo alemán
citado por el periódico.
Éste modelo de “creación de empleo”, idea que implementó en
2003 el Gobierno socialdemócrata de Gerhard Schröder, es
el que se quiere establecer ahora en España. El Banco
Central Europeo ya ha presionado al Ejecutivo de Rajoy para
que aplique este formato de empleo precarizado.
Desde Reino Unido, en cambio, el diario británico
The
Guardian prevenía hace pocos días al Gobierno de
David Cameron sobre el riesgo que conllevaba su interés
por los miniempleos alemanes. “Los miniempleos no funcionan en
Alemania, y no funcionarán en Reino Unido”, sostenía la
periodista Stephanie Blankeburg.
Ajenos a este tipo de alertas, Merkel y Rajoy se
encuentran este jueves para convenir con un enjambre de empresarios
nuevas modalidades de trabajo. El miniempleo será la propuesta
estrella.
En cambio, en Alemania también hay un "modelo" de contratos de media jornada, muy atractivos para las mujeres que quieren conciliar su vida familiar y laboral... Podría ser un punto de partida ;)
ResponderEliminarEn cambio, en Alemania también hay un "modelo" de contratos de media jornada, muy atractivos para las mujeres que quieren conciliar su vida familiar y laboral... Podría ser un punto de partida ;)
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