“Nuestra madre es la directora de Clarín pero para nosotros fue, es y será nuestra mamá. La persona que hace 34 años nos eligió como hijos, y que siempre nos habló con la verdad”, dijeron al principio del vídeo que emitió Todo Noticias (TN), un canal propiedad del grupo Clarín.
En un mensaje muy parecido al que publicaron el mismo día en los principales diarios del país, Felipe y Marcela Noble Herrera acusaron al Gobierno de Cristina Fernández de querer utilizar su caso políticamente para atacar a su madre. “Nos terminó de convencer un mensaje de la Presidenta que, sin nombrarnos, aludió permanentemente a nosotros. Desde ese momento, nos sentimos con miedo, angustiados, perseguidos”, afirmaron.
Los hijos de la dueña de Clarín se refieren así al discurso que pronunció Cristina Fernández el pasado 24 de marzo, aniversario del golpe militar de 1976, en el que se ofreció para acompañar ante los tribunales internacionales a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que entre otras causas impulsa una batalla judicial para determinar la identidad de Felipe y Marcela.
“¿El gobierno necesita políticamente que nosotros seamos hijos de desaparecidos?”, plantearon en la grabación televisada los hijos de Herrera de Noble. “¿Después qué querrán? ¿Que aparezca nuestra madre como apropiadora?”.
Marcela y Felipe fueron adoptados en 1976 por la dueña de Clarín, y ahora la Justicia intenta que su ADN sea cotejado en un organismo nacional que alberga la información genética de las víctimas de la dictadura.
En un artículo escrito el 11 de enero de 2003, Ernestina Herrera de Noble planteó la posibilidad de que sus hijos adoptivos hubieran sido “víctimas de la represión ilegal”. Un mes antes un juez la había acusado de adulterar los expedientes de adopción de Marcela y Felipe, y por ello había pasado tres días en una dependencia policial hasta que le concedieron el derecho a la prisión domiciliaria por su estado avanzado de edad. Días después aquel magistrado fue destituido por mal desempeño, y ella quedó liberada.
“Me causa tristeza por los chicos [Felipe y Marcela], porque las presiones que reciben les impiden observar que no se trata de una cuestión política lo que está en juego”, respondió por su parte el subsecretario de Derechos Humanos de la Nación, Luis Alén, quien recordó además que las familias biológicas también tienen derecho a conocer la identidad de los posibles hijos de desaparecidos.
* Artículo aparecido el 24-04-2010 en el diario español Público.
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