La posibilidad de que Argentina se convierta en el primer país de América Latina en legalizar los matrimonios homosexuales ha recorrido ya la mitad del camino. La Cámara de Diputados aprobó en la madrugada de ayer, tras un debate de más de 12 horas, el proyecto de ley que autoriza el casamiento entre personas del mismo sexo. Se manifestaron a favor 126 diputados, entre ellos el ex presidente Néstor Kirchner, mientras que 109 parlamentarios votaron en contra, y otros seis se abstuvieron. El texto establece 34 modificaciones al Código Civil, que ahora sólo contempla el matrimonio entre hombre y mujer. “El dictamen que estamos tratando no da derecho a los homosexuales a adoptar niños porque ya la ley vigente no lo impide” indicó la diputada que expuso el proyecto ante sus compañeros, Vilma Ibarra.
La reforma espera ahora la decisión del Senado. El jefe del bloque oficialista en esta Cámara, Miguel Ángel Pichetto, se pronunció ayer a favor de convertir el proyecto en ley, aunque anunció que cada senador sería libre de votar según su conciencia, y no de acuerdo a su partido.
Sólo una ciudad en América Latina, México D.F, permite que parejas del mismo sexo puedan casarse y adoptar niños. En Uruguay en cambio está autorizada la unión civil gay y la adopción para las parejas homosexuales que lleven más de cuatro años de vida en común.
En Argentina cinco parejas homosexuales ya han podido casarse por vía judicial, aunque después diversos magistrados han decretado la anulación de todos los enlaces. En cualquier caso este país ha sido pionero entre sus vecinos al consentir el pasado 28 de diciembre el primer matrimonio homosexual de América Latina. Ahora podría establecer un hito más en la región.
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