jueves, 28 de octubre de 2010

Néstor Kirchner, hombre político

Tuvo una carrera política brillante, propia de un hombre ambicioso y comprometido, que sólo tuvo como límite los problemas de salud que desde hace tiempo comenzaban a darle señales de aviso. No hizo mucho caso de las advertencias que le daba su cuerpo y que eran motivo de preocupación para sus médicos, y hasta el último día, su actividad política no conoció descanso.

De madre chilena y descendiente de croatas, Néstor Kirchner nació el 25 de febrero de 1950 en la capital de la provincia de Santa Cruz, Río Gallegos, donde comenzaría su carrera política junto con la que se convirtió en su esposa en 1975, la actual presidenta Cristina Fernández.

Los dos se conocieron un año antes, cuando estudiaban Derecho en la Universidad de La Plata (a 60 kilómetros de Buenos Aires). Compartieron su militancia en la Juventud Peronista hasta que comenzó la dictadura (1976-1983), cuando ambos abandonaron la ciudad para volver a Río Gallegos.

Allí nacieron sus dos hijos (Máximo, de 32 años, y Florencia, de 19), pero más relevancia cobró la inmensa fortuna que comenzó a cosechar, a la par que se lanzaba a una carrera política que lo llevó a ser alcalde de su ciudad natal de 1987 a 1991. Ese mismo año se convirtió en el gobernador de la provincia de Santa Cruz en una época en la que ya se perfilaba como un personaje de grandes aspiraciones que iba siendo cada vez más relevante en la política nacional.

Mantuvo ese cargo hasta 2003, cuando se convirtió en presidente de una Argentina convulsionada todavía por la crisis de 2001-2002. Por entonces recibió gran apoyo de quien estaba al frente del Ejecutivo hasta ese momento, Eduardo Duhalde, que había tomado las riendas del país tras los cuatro presidentes fugaces que se sucedieron en menos de dos semanas ante un país paralizado por el “corralito” bancario.

Su Gobierno consiguió que la pobreza, que afectaba al 54,3% de los argentinos en 2003, se redujera a más de la mitad al finalizar su mandato. También pudo reducir la tasa de paro, que en 2003 afectaba al 22,3% de la población, y que pasó al 8% en 2007, aunque no consiguió disminuir de manera significativa la desigualdad social, que sigue siendo hasta el día de hoy uno de los asuntos más urgentes a resolver en Argentina.

Terminó sin embargo con la dependencia de su país al FMI, y sacó a su país de la órbita de los organismos financieros internacionales para integrarlo en un proceso de integración que, según él, debía hermanar su país con el resto de las naciones latinoamericanas.

Presidente del Partido Justicialista desde 2008, diputado desde 2009, y secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) desde mayo de este año, Kirchner ha sido el segundo presidente argentino, después Carlos Menem (1989-1999), que ha podido completar su mandato desde el retorno de la democracia. Ha compartido su vida política y privada con Cristina Fernández durante 35 años, pero ahora será ella quien deba afrontar la continuación de un proyecto político que ha perdido una de sus figuras fundamentales.

También los presidentes de América Latina han manifestado de inmediato su pesar por la muerte del ex presidente. El mandatario venezolano, Hugo Chávez, ha declarado tres días de luto nacional, y la misma decisión ha adoptado su homólogo brasileño, Luis Inacio Lula Da Silva, que definió a Kirchner como un “gran aliado y fraternal amigo”.

Junto a ellos ha enviado sus condolencias el presidente uruguayo, José Mujica, que comentaba que lo sucedido ayer era “un llamado de atención de cómo se nos va la vida en un santiamén”. El resto de los mandatarios de América Latina, además del presidente estadounidense Barack Obama, han dado a conocer su pésame por lo que consideran un pérdida para toda la región.


* Artículo aparecido el 20-10-2010 en el diario español Público

1 comentario:

  1. Una pena. Sabía que encontraría algo bueno por aquí hoy. Y si se nos va la vida en un santiamén, espero compartir una pequeña parte contigo esta navidad. Cuídate mucho,

    Crispi

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