No mencionó en ningún momento el nombre de su marido, y durante el breve discurso retiró varias veces su mirada de la cámara que la enfocaba, pero aguantó firme al comunicar la que será ahora su gran responsabilidad hacia Argentina y en referencia a Kirchner: “hacer honor a su memoria y hacer honor a su Gobierno, que transformó y cambió el país”.
Durante el mensaje, que fue grabado tres horas antes de ser emitido, la presidenta reconoció que parte de ella “se fue con él” pero no quiso insistir sobre su congoja dado que “no es momento de utilizar la cadena nacional para terapia emocional”, según precisó. “He leído y escuchado que éste es mi momento más difícil. En realidad es mi momento más doloroso.” aclaró no obstante. “El dolor es algo muy diferente a las dificultades o las adversidades”.
Cristina Fernández quiso así que su primera alocución tras la muerte de Kirchner fuera de gratitud hacia el país, pero en especial hacia los jóvenes. Famosa por su brillante oratoria, la presidenta fue en esta ocasión sobria y sencilla antes de terminar el mensaje casi de improviso: “Gracias a todos, por todo”.
* Artículo aparecido en Público el 03-11-2010
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