“Los argentinos pidieron de todo pero no les dimos nada” afirmó este ejecutivo, que exigió que se mantuviera su anonimato y que sus palabras no fueran grabadas. “Era una locura. No se puede pagar esos costes políticos en un acuerdo entre Estado y Estado. Después hay que ver qué hicieron allá con el dinero y con los trenes”.
El empresario además califica de “banda de pandilleros” a los presidentes de las empresas argentinas Ferrovía, Metrovía y Cometrans, que acompañaron al ex secretario de Transporte Ricardo Jaime, ahora procesado por supuesto enriquecimiento ilícito, en sus viajes a España entre 2004 y 2006 para cerrar el acuerdo de compra. “Jaime venía aquí acompañados de los dueños de las empresas concesionarias. Eso, para nosotros, es un escándalo ”, sostuvo el directivo.
A su juicio, es “inexplicable” la postura de Argentina, que “apenas recibió lo que compró dijo que era chatarra”. El empresario se pregunta entonces por qué se concretó la venta. “¿Tenían en sus manos algo que valía el triple de lo que habían pagado, y lo desechan?”.
La polémica surgió a raíz de este fin de semana, cuando Clarín denuncio que empresas españolas habían recibido supuestas presiones de funcionarios del Gobierno de los Kirchner para financiar las campañas electorales de las elecciones parlamentarias de 2005 y las presidenciales de 2007.
* Artículo aparecido el 27-10-2010 en el diario español Público
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