La controversia surgió por el peligro que esta comisión científica podía representar para los indígenas ayoreo que habitan en el territorio. Existen ciertos grupos de esta comunidad que viven en aislamiento voluntario, y según explicó Miguel Alarcón, representante de la ONG indigenista Iniciativa Amotocodie (IA), “la expedición, de la manera en que se había preparado, representaba un peligro de contacto que podía llevar a situaciones peligrosas, donde lo mas terrible hubiera sido la muerte de los ayoreo aislados o de los visitantes”.
“La expedición se iba a hacer en un área de terreno virgen, en zonas alejadas de la civilización blanca”, añadió Alarcón. “En el pasado, todos los casos de contacto con pueblos aislados significaron su salida y el colapso de la gente que vive en el monte”.
La noticia no ha sentado nada bien a la ONG Guyra Paraguay, participante en este proyecto que había organizado el museo británico junto con la Secretaría de Ambiente de Paraguay (SEAM). Fue precisamente este organismo estatal el que le comunicó a las partes involucradas la decisión de suspender la expedición por orden de la Cancillería, aunque manifestó su deseo de retomar lo antes posible el proyecto.
“Han surgido cuestionamientos de último momento a la realización de la expedición mencionada por parte de dirigentes indígenas y organizaciones de la sociedad civil”, señala el comunicado de la SEAM. “A estos hechos se ha sumado la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos humanos (…) que ha solicitado la suspensión de dicha expedición”.
Guyra Paraguay descartó que este proyecto pudiera ser un riesgo para las poblaciones locales puesto que personas de la misma comunidad ayoreo iban a vigilar a la expedición para que ésta no tuviera ningún contacto con los grupos en aislamiento. Lo misma postura adoptó la Unión de Nativos Ayoreo del Paraguay (UNAP), conformada por algunos líderes ayoreo, que también ha defendido la incursión científica en el Chaco.
Desde IA, Alarcón rebate la viabilidad de un proyecto del que no había casi información, y recuerda que la ONU recomienda no realizar consultas ni cualquier otro tipo de actividad dentro de territorios donde viven pueblos sin relación con el exterior. “Ademas es difícil todo lo que tiene que ver con la representación de los ayoreo”, precisa Alarcón. “Ellos se representan a sí mismos, y fuera del monte no hay nadie que pueda hablar en su nombre. El aislamiento voluntario demuestra su voluntad de que no quieren estar en contacto con la civilización”.
* Artículo aparecido el 17-11-2010 en el diario español Público.
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