miércoles, 2 de marzo de 2011

Veto argentino al Vargas Llosa "liberal"

¡Pobre cultura si estuviera en manos de políticos y funcionarios!". Esta frase atribuida a Soledad Becerril, ministra de Cultura del Gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo y quien fuera la primera mujer en acceder al Consejo de Ministros desde la II República española, podría haber tenido ayer su eco en Argentina tras la controversia que se ha generado en este país por el rechazo de algunos intelectuales ligados al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández a que el escritor peruano Mario Vargas Llosa inaugure la próxima Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

La cabeza más visible de este grupo de escritores y artistas es el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, que ha considerado poco menos que un despropósito que el premio Nobel de Literatura 2010 pueda inaugurar la próxima edición de la Feria del Libro que se celebrará en Buenos Aires entre el 20 de abril y el 9 de mayo.

"Para la inauguración hay numerosos escritores argentinos que pueden representar acabadamente un horizonte común de ideas, sin el mesianismo autoritario que hoy aqueja al Vargas Llosa de los círculos mundiales de la derecha más agresiva", señalaba ayer González. "Su liberalismo lo expresa de una manera tajante y hasta diría que, si me permite la paradoja, autoritaria también".

A juicio del director de la Biblioteca Nacional, Vargas Llosa es un "militante que no ceja ni un segundo en atacar a los gobiernos populares de la región", además de integrar "los círculos mundiales de la derecha más agresiva". Por eso, en un comunicado dado a conocer ayer, Horacio González, junto con otros cinco intelectuales cercanos al kirchnerismo, rechazan la posibilidad de que Vargas Llosa goce de tanto protagonismo en la Feria del Libro, sobre todo porque todavía se recuerda con acidez la opinión del escritor peruano con respecto al Gobierno argentino, al que tildó no hace mucho de "corrupto", y a su presidenta, de "desastre total".

Nada de prohibiciones

"Los abajo firmantes, escritoras y escritores argentinos, mujeres y hombres de la cultura, manifestamos nuestro profundo desagrado y malestar ante la designación del escritor Mario Vargas Llosa, por parte de la Fundación El Libro, para inaugurar la 37ª Feria Internacional del Libro de Buenos Aires", señala el texto difundido, que todavía aspira a recolectar más respaldos.

"Convertido desde hace años en vocero de los grupos multinacionales editoriales y mediáticos, de un supuesto liberalismo de sometimiento y depredación, y de la oposición a lo que ellos denominan "gobiernos populistas" en América Latina", continúa el escrito, "Mario Vargas Llosa se ha ensañado de modo muy particular con nuestro país y nuestra sociedad, en declaraciones vastamente difundidas por esos mismos medios". Este reclamo va dirigido al presidente de la Cámara Argentina del Libro, Carlos De Santos, con el fin de que se replantee la posibilidad de darle un papel tan destacado al escritor peruano en la Feria del Libro.

Los otros cinco firmantes de este comunicado son el escritor y periodista Vicente Battista, los filósofos José Pablo Feinmann y Ricardo Forster, el escritor Mario Goloboff, y el periodista Juanjo Villafañe. Muchos de ellos están vinculados a un movimiento de intelectuales afines al Gobierno, conocido como Carta Abierta, y que según el mismo director de la Biblioteca Nacional, es un grupo que "no plantea posiciones de manera tan tajante", a diferencia de Vargas Llosa.

El problema radica, según estos intelectuales, no en que el autor de Conversación en la catedral asista a la Feria del Libro, sino en que la inaugure. "Que Vargas Llosa venga a la Feria del Libro me parece absolutamente razonable. Es el último premio Nobel de Literatura y no lo pongo en discusión", explicaba ayer uno de ellos, Ricardo Forster. "Pero elegirlo para que abra la Feria del Libro en el contexto político del país, me parece que no es la mejor de las decisiones" porque "es alguien que viene ofendiendo muy profundamente a todos aquellos que no piensan como él", señaló.

El Gobierno tampoco ha quedado al margen. Si bien ha mostrado su apoyo a los intelectuales a través de su secretario de Cultura, Jorge Coscia, ha asegurado que en absoluto se intentará prohibir ningún discurso de VargasLlosa, aunque este sea "un reaccionario, enemigo de las industrias culturales (...) y funcional a un sistema de dependencia cultural en Latinoamérica".

Mientras esto ocurría en Argentina, el Gobierno mexicano de Felipe Calderón comunicaba ayer que otorgaría la Orden del Águila Azteca, la condecoración más distinguida de México, al premio Nobel de Literatura por sus "servicios prominentes prestados a la Nación mexicana y a la humanidad".


* Artículo aparecido el 02 de marzo de 2011 en el diario español Público.

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