A pocas horas de la veda electoral que regirá desde este
viernes en Argentina, los siete postulantes a las elecciones presidenciales de
este domingo comenzaron a cerrar sus campañas con muy distintos ánimos. Ante la
certeza de que la presidenta Cristina Fernández conseguirá el apoyo masivo del
electorado, hay candidatos a la casa Rosada que ni siquiera se presentarán ante
sus seguidores.
Cristina Fernández presentó ayer su
último acto en el teatro Coliseo de Buenos Aires, pero lo que realmente ha
llamado la atención en estos días han sido sus anuncios publicitarios en televisión,
que es, al fin y al cabo, el escenario de campaña más potente.
El lema ha sido uno, “Fuerza Cristina”, y la veintena de
vídeos emitidos en estos días destacan, con la voz de la presidenta de
narradora, la visión política que ha conducido sus cuatro años de Gobierno: la
fuerza de los jóvenes, de la producción, de la unión, del crecimiento, de la
educación… y de él, Néstor Kirchner, ideólogo y mentor de un proyecto que la
presidenta conduce ahora sin su marido.
Sin tanto acierto se ha mostrado el candidato radical Ricardo
Alfonsín, que utilizó sus spots publicitarios para dirigirse directamente a la
presidenta. “Quiero hablarle, Cristina. Posiblemente usted vaya a ganar las
próximas elecciones”, reconoce. “Pero con todo respeto, siento necesidad de
decirle algo: no le creo nada”.
Quien tiene más posibilidades de quedar segundo en estas elecciones
es el gobernador socialista de Santa Fe Hermes Binner, el único postulante a la
presidencia que al igual que Cristina Fernández tenía planeado ayer un evento
masivo como acto final.
Binner, dirigente
de una coalición de partidos de centroizquierda, parece que puede arañar algún
voto más de cara a este domingo y dejar atrás el 10% de apoyo que obtuvo en las
elecciones primarias del pasado 14 de agosto. De
ser así, superaría a dos contrincantes que le aventajaron en aquellos comicios:
Alfonsín y el expresidente Eduardo Duhalde (2002-2003), peronista disidente del
kirchnerismo, que hasta el momento no anunció ningún acto multitudinario, y que
resignado ante la proyección que hacen todas las encuestas sobre la abrumadora
victoria de Cristina Fernández, se ha dedicado a fustigar al kirchnerismo.
Uno de los postulantes a la casa Rosada más pintorescos es
otro peronista disidente que gobierna además la provincia de Santa Luis,
Alberto Rodríguez Saá. Con un estilo muy particular para conquistar el voto argentino,
ha prometido viviendas sociales económicas y una red de wifi gratuita por todo
el país.
Más discreto, pero con un sólido discurso de izquierda, se
ha presentado Jorge Altamira, candidato casi desconocido que pudo incorporarse
a la carrera presidencial. Dado que este domingo también se celebran elecciones
legislativas, Altamira intentará ahora conseguir algún escaño en el Congreso.
Por último la candidata Elisa Carrió, que pasó de ser la
segunda candidata más votada en las elecciones presidenciales de 2007 a quedar penúltima en
los comicios primarios, organizó ayer un encuentro en un hotel con
dirigentes de su alianza.
* Artículo aparecido el 20-11-2011 en el diario español Público.
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