Ahora que el Eurogrupo ha decidido ayudar a los bancos del país, la
troika (UE, FMI, BCE) impondrá en Madrid duros recortes al
Estado. Cuáles pueden ser algunas de las medidas que aplicará sin rechistar el Gobierno
de Mariano Rajoy
El presidente español aseguraba hace diez días que no se produciría
un rescate. Este sábado se confirmó la intervención, así que delegados de lo que se conoce por la troika —la Unión Europea (UE), del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Central Europeo (BCE)— viajarán a la capital
española para supervisar el rumbo político del Gobierno. Es de esperar que entren en los ministerios directamente y controlen las cuentas del Estado.
Establecerían cómo el Gobierno va a pagar la ayuda a los bancos privados, y con
toda seguridad, la troika y Madrid firmarán
un crédito para establecer las condiciones de refinanciación de la deuda pública española, que ahora se disparará con el rescate.
Impuestos por consumo
indirecto. Con el rescate, una subida del IVA se da casi por descontada. El
incremento de este impuesto regresivo –cuyo efecto lo sienten más las clases
pobres-- podría llegar al 21% para cualquier tipo de producto, incluidos los de
primera necesidad (hoy en el 8%) y para otros productos y servicios de uso
habitual (en el 18%). En ese caso, el precio de la comida subiría de manera
repentina en torno a un 17%.
Es de esperar, por otra parte, impuestos especiales sobre el
tabaco y las bebidas alcohólicas. Subiría además la tarifa por el consumo de
luz y se impondrían más peajes en las carreteras.
Menos funcionarios y
menos sueldo. Al igual que ha sucedido en los tres países intervenidos
hasta ahora – Grecia, Irlanda y Portugal—el Gobierno reduciría el número de
funcionarios y bajaría los sueldos de los que conservaran el trabajo. Esta
iniciativa no es nueva, porque en 2010, el Gobierno de José Luis Rodríguez
Zapatero redujo el salarioun 5% de promedio a los trabajadores del Estad, y
después mantuvo los salarios congelados para los dos años siguientes.
Así ha sucedido en Grecia, que ya ha eliminado 200.000 puestos
públicos , y Portugal, que en 2011 redujo en 20.000 el número de funcionarios
en todo el país, además de aumentar en media hora la jornada laboral y de
suprimir dos pagas extra que tenía la plantilla. Más drástico fue el recorte en Irlanda, donde ya se
suprimieron 37.500 plazas y se prevé el tajo de 23.500 más antes de 2015.
Recorte en las pensiones.
La troika exigiría más recortes, como
le impuso previamente a Grecia, Irlanda y Portugal, en un sector ya tocado por
el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, como lo es el de las pensiones. Nunca,
desde el retorno de la democracia, se habían tocado las jubilaciones. Hasta que
llegó 2011, cuando las partidas fueron congeladas. No hay que olvidar que el
Gobierno aprobó una reforma a las pensiones que retrasa la edad de jubilación a
los 67 años, una iniciativa que se irá implantando de manera progresiva hasta
2027.
No sería éste el único cambio. No hay que descartar la privatización
de empresas públicas –ya se hizo un intento con el canal II de Isabel, en
Madrid, que gestiona el agua de toda la Comunidad.
Es probable también que se reduzca la prestación por
desempleo, que en España puede cobrarse hasta por dos años, según el tiempo que
se haya cotizado a la seguridad social.
La reforma laboral que el Gobierno impuso por decreto en
febrero pasado suavizaba las condiciones de despido, abarataba los costes a las empresas, y
debilitaba el poder de los sindicatos al flexibilizar la negociación colectiva,
lo que fortalecía a la empresa para negociar directamente con el trabajador.
Ello no impide que entre las condiciones impuestas por la troika esté ahora la de bajar aún más sueldos e indemnizaciones en
caso de despido.
Salud y educación.
No se salvan sectores fundamentales en el Estado de bienestar como estos dos.
Hace semanas, el Gobierno de Rajoy acometía un recorte de 10.000 millones de
euros en ambos sectores. Esta medida podría reforzarse en estos días con otras iniciativas,
como la supresión de becas o el copago sanitario, como ya funciona en Grecia y
Portugal, y el cual establece un pago fijo por ir al médico o incluso a
urgencias.
Viviendas. Difícil
será suponer que las viviendas sean dejadas de lado. La Comisión Europea le
tiene ganas desde hace tiempo a la desgravación fiscal por compra de vivienda
que restableció el PP –había sido eliminada un año antes por Zapatero-, así que
no sería raro que entre las exigencias a España se incluya la supresión de este
incentivo, pues la UE considera que la desgravación alimentó la burbuja
inmobiliaria y provocó el endeudamiento de las familias españolas.
Mientras las comunidades autónomas se someten entre tanto a
un reajuste de su presupuesto, el Gobierno central firmaría el Memorándum de
Entendimiento con la Comisión Europea, que establece las condiciones de pago
para devolver el crédito.
Ese crédito, claro
está, no será inyectado en la economía para tratar de reflotar una sociedad que
arrastra más de 5 millones de parados. La ayuda de la troika a España, en realidad, es un rescate a la banca, aunque el
que pondrá la cara en su nombre será el Estado español.
* Análisis publicado el 09 de junio de 2012 en el portal de noticias Infobae América
Tampoco hay que olvidar los recortes en la de por sí maltrecha partida a la Investigación. Los tiempos de crisis remueven cimientos y son una oportunidad para los emprendedores. Los investigadores son los profesionales de generar ideas en diversos campos. Hay muchas líneas de investigación que veremos morir por falta de financiación, investigadores emergentes que no podrán dar forma a sus nuevas ideas, y una fuga de cerebros irrecuperable para el país que ha posibilitado la generación más formada de su historia.
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